Durante el transcurso del día martes, 28 de enero, la Plaza de Bolívar fue epicentro de reunión de 120 líderes sociales que provienen desde la región del Catatumbo, en su decisión de asentarse en el punto político más importante de la ciudad como medida para que el Gobierno Nacional los tenga en cuenta.
Los líderes que están radicados en la zona, aseguraron que no se marcharán hasta que el mismo presidente Gustavo Petro no les conceda una reunión o un espacio donde puedan tratar temas acerca del conflicto vivido en Norte de Santander.
Uno de los voceros de los asentados en la Plaza, es Wilmer Torrado, quien solicitó al Gobierno Nacional una intervención contundente con el fin de aplacar las fuerzas de los grupos armados que actúan en la región.
Estos conflictos han cobrado la vida de diferentes sectores, como civiles, firmantes de paz, combatientes de los diversos grupos criminales y ha aumentado el reclutamiento de menores de edad.
“Venimos desde la región del Catatumbo, esto debido a la confrontación que inició desde el 16 de enero (...) hoy estamos haciendo una acción comunal, para solicitar al Gobierno Nacional la intervención inmediata, pero una intervención en la que haya alternativas para el campesinado”, señaló Torrado.
De paso, también aprovechó la ocasión para solicitar que el lema que ha usado el presidente en días pasados, se vuelva una realidad, refiriéndose a “Catatumbo es potencia de vida”.
Los líderes que tomaron la decisión de asentarse en Bogotá, han recibido el apoyo y seguridad del senador Jairo Castellanos, y de su hermano, Leandro Castellanos, quienes también han estado abogando porque el presidente Petro conceda la reunión en el menor tiempo posible.
A su vez, los senadores han enviado mensajes a la ciudadanía para que apoyen a esta población en Bogotá, con ayudas como abrigo, alimentos, elementos de aseo y otras cosas de uso básico para facilitar la estadía de los nortesantandereanos.
Por otro lado, Evelio Blanco Pérez, líder de Villa del Río en Tibú, indicó que su permanencia en Bogotá se alinea con una necesidad imperativa de encontrar soluciones para las escaladas de violencia. “Pensábamos irnos anoche, pero somos valientes, aguantamos el frío, pero esto lo hacemos por los niños del Catatumbo que están sufriendo y muchas familias desamparadas”, añadió.
Agregó también que “Es nuestro derecho, porque hemos estado amenazados y esperamos que nos den un apoyo y lo que se ha pactado en el Catatumbo: las ayudas, la seguridad y los proyectos para las personas que han tenido que irse de sus hogares”, puntualizó.