El mundo aún padece la pandemia de Covid-19 que apareció desde hace casi un año y se extendió prácticamente por todo el globo. Con el virus latente, el encierro terminó en mucho lugares para darle paso a esta nueva realidad con la que hay que convivir mientras se encuentra una cura definitiva.
El confinamiento, que duró varios meses en Colombia, generó estrés y tensión en las personas que pedían a gritos poder regresar a lugares mágicos y llenos de naturaleza en los que se pudiera tomar un respiro profundo, como el archipiélago de San Andrés.
Desde hace unos meses, es posible viajar en el territorio nacional. Claro está, bajo estrictos protocolos de bioseguridad para evitar poner en riesgo a los viajeros y a los oriundos de esos anhelados lugares para vacacionar.
La isla caribeña de San Andrés, aunque ha pasado por momentos críticos a causa de la pandemia y dos huracanes que la azotaron con fuerza, se reactivó para el turismo y tiene una variedad de actividades que logran conectar a los turistas con la naturaleza y la aventura que el cuerpo tanto necesita luego de un largo periodo de encierro.
Aunque San Andrés es conocida por su maravilloso mar de siete colores y las playas de arena coralina, en la isla hay mucho más para hacer, aparte de disfrutar de sus playas cristalinas.
Aquí algunas recomendaciones para quienes van a visitar la isla, que ya cuenta con todos los protocolos de bioseguridad de punta a punta, para brindar una experiencia, no solo maravillosa, sino segura para los turistas.
Kayak transparente por los manglares
Una de las actividades que los turistas no se pueden perder es el paseo por el Manglar Old Point en un kayak completamente transparente que ofrece Ecofiwi.
El tour es guiado por Víctor Sepúlveda, experto en las especies que habitan el manglar. Él, su esposa Carmen Viloria y su hija Tammyth Yelena Sepúlveda, llevan más de cinco años trabajando, no solo para mostrar otra cara de la isla a los turistas, sino para conservar ese lugar que es tan importante para el territorio.
Durante el recorrido los turistas tienen la oportunidad de observar diferentes especies a través del suelo transparente del kayak y hacer snorkeling. Al regresar al punto de partida, los reciben con un delicioso refrigerio típico de la región que incluye trozos de plátano verde, plátano maduro, pescado, yuca y fruto de pan, un alimento propio de la isla. Ecofiwi está ubicado en la vía San Luis.
Parasail
Para los amantes de la aventura y las alturas también hay actividades en San Andrés. El Parasail es una excelente opción para contemplar la isla en su totalidad, además de apreciar la majestuosidad del mar de los siete colores.
Se trata de un paseo en yate que inicia en el muelle Portofino y dura aproximadamente dos horas. Una vez en medio del mar, los turistas se elevan unos 100 a 120 metros hasta poder observar la isla completa. Cuando menos lo esperan, los operarios los hacen descender para refrescarse nuevamente con el agua del mar caribe.
La actividad en el aire dura aproximadamente 20 minutos y en el vuelo pueden ir dos o tres personas.
Hospedarse en las posadas nativas
En la isla de San Andrés hay más de 82 posadas nativas en las que los turistas pueden hospedarse para conocer de cerca cómo es el diario vivir de los raizales. Esta experiencia es completamente fascinante para quienes disfrutan conocer diferentes culturas.
Familias enteras acogen a los turistas, les abren un espacio en sus hogares y, entre otras cosas, les enseñan a preparar los alimentos típicos de la isla, comparten su cultura y también sus costumbres.
Este tipo de alojamiento en San Andrés es completamente legal y está formalizado ante el Registro Turístico Nacional.
Aunque el turismo en San Andrés sigue en proceso de reactivación, en el que participan pobladores, autoridades territoriales y entidades gubernamentales como Fontur, la isla está preparada para recibir a los viajeros con el mismo calor de siempre.