Un nuevo firmante de paz fue asesinado este martes en plena vía pública en el pueblo de Teorama, en la región colombiana del Catatumbo (noreste), crimen que se suma a los de por lo menos otros cinco excombatientes de las FARC a manos de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"Acaba de ser asesinado el firmante de paz Pedro Nel Angarita Ascanio en la región del Catatumbo, municipio de Teorama, en Norte de Santander. Era el vicepresidente de Corporación Reincorpaz. Otro crimen demencial y atroz", informó este martes Rodrigo Londoño, el presidente del partido Comunes, formado por miembros desmovilizados de las FARC.
En imágenes en redes se ve a Angarita, quien era funcionario de la Alcaldía de Teorama y se encontraba recogiendo basura en un camión, tumbado en el piso aparentemente muerto en el barrio San Antonio.
Desde que comenzaron los combates entre el ELN y una disidencia de las FARC el pasado jueves en el Catatumbo han sido asesinadas más de 80 personas, entre ellos cinco firmantes de paz, y se verifica la muerte de otros dos.
Londoño, quien en sus tiempos de guerrillero era conocido como 'Timochenko', aseguró que se trata de "la coyuntura más grave" que han enfrentado "en el proceso de implementación" por la "agresión indiscriminada contra líderes sociales y firmantes de paz en el Catatumbo" por parte del ELN, y pidió "acciones determinantes y sostenidas en el tiempo" por parte del Gobierno.
El ELN ha justificado su accionar asegurando que los firmantes asesinados en los últimos días eran en realidad miembros activos de las disidencias de las FARC con las que mantienen un enfrentamiento por el control territorial en el Catatumbo.
"El objetivo de nuestras acciones son el grupo armado del frente 33 de las ex-Farc, sus milicias armadas y su estructura económica, por tanto los llamados 'firmantes de paz' que han sido dados de baja en las operaciones realizadas no eran civiles sino activos jefes de milicias y responsables de finanzas del 33", aseguró el Frente de Guerra Nororiental del ELN en un comunicado.
Según la guerrilla, estos firmantes de paz asesinados "jugaban a dos bandos, por un lado ponían la cara ante la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) para recibir prebendas (jurídicas) y por otro integraban las filas del 33".
La situación en algunas zonas rurales del Catatumbo sigue siendo confusa después de que el jueves el ELN comenzara una ofensiva contra una disidencia de las FARC, un frente del Estado Mayor de Bloques, una escisión del Estado Mayor Central (EMC), que ha puesto en jaque a la población y ha provocado casi 20.000 desplazados sobre todo a las ciudades de Cúcuta, Ocaña y Tibú.