El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina lideró un operativo de control e inspección en el que las autoridades interrumpieron una fiesta sexual, donde al parecer habían personas con coronavirus consumiendo alcohol y drogas, al norte de la Capital del Valle.
"Se trata de una fiesta entre desconocidos con toda una intencionalidad morbosa y peligrosa, nosotros creemos que no solo violentan el código de Policía, también la cuarentena, la ley, ponen en riesgo a todos los vecinos y se ponen en riesgo ellos mismos", señaló el funcionario.
A la fiesta asistieron más de 20 hombres, por lo que el alcalde rechazó este tipo de actos que ponen en riesgo la vida de toda una comunidad. La Policía y la Fiscalía evalúan el caso para abrir o no alguna investigación de tipo penal.
"Estamos ante un caso de posibles y presuntos contactos Covid-19. Quizás no saben que estamos teniendo más de 1.000 casos en Cali, violentan todas las normas. No se trata de personas que han roto el aislamiento para ir a trabajar. Son unos insensatos", dijo Ospina.
Las personas que tenían entre 25 y 45 años fueron citadas por redes sociales en medio de la cuarentena y les fueron cobrados $10.000 por entrar al festejo donde uno de los participantes tenía una temperatura superior a 38°C.
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El secretario de Seguridad de Cali, Carlos Rojas, dijo que el problema es que esos eventos se convierten en focos de posibles contagios de la enfermedad y en la ciudad ya se habían reportado cerca de 100 fiestas el fin de semana por la celebración del Día de la Madre.
Los hombres fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación, además podrían ser procesados por el delito de violación de medidas sanitarias.