La Alcaldía de Cali publicó recientemente el borrador de un nuevo decreto que autoriza el cobro de la tasa por congestión para el año 2025. Esta medida, que afectará a los conductores que circulen por la ciudad en los días asignados a su vehículo bajo la restricción de pico y placa, ha generado un amplio debate, principalmente debido a los altos costos que implicará para los usuarios del transporte privado.
Según el borrador, los valores establecidos para la tasa de congestión son los siguientes: el cobro diario será de $192.811, el mensual ascenderá a $771.245, y el costo semestral será de $4.627.470. Estos pagos deberán realizarse en línea o en las sedes bancarias autorizadas por el Departamento Administrativo de Hacienda de la ciudad.
La implementación de esta tasa tiene como objetivo reducir la congestión vehicular en Cali, promoviendo el uso de alternativas de transporte público y no motorizado. Sin embargo, la reacción de los ciudadanos no ha sido del todo positiva. Varios conductores se han expresado en contra de estos nuevos costos, argumentando que las tarifas son excesivamente altas y representan una carga económica difícil de afrontar.
Un conductor entrevistado comentó: “El bolsillo no da, la verdad prefiero mil veces irme al trabajo en otro medio de transporte que pagar la tasa de congestión, los precios están demasiado caros”. Esta opinión refleja el sentir de una parte de la ciudadanía, que considera que la medida puede generar un impacto negativo en su economía, sobre todo en tiempos de inflación y altos costos de vida.
Es importante destacar que este decreto aún no ha sido firmado por el alcalde de Cali, pues actualmente se encuentra en la etapa de recepción de comentarios por parte de la ciudadanía. Esto significa que, por el momento, las tarifas propuestas son solo un borrador y podrían ser modificadas según las sugerencias y preocupaciones de los caleños durante el proceso de consulta.
El debate en torno a la tasa por congestión resalta la compleja situación que enfrentan las ciudades colombianas en cuanto a la movilidad y el uso de vehículos privados. Si bien la medida busca promover una ciudad más sostenible y menos congestionada, también pone sobre la mesa la necesidad de garantizar alternativas viables para aquellos que dependen del transporte privado para su día a día.