La violencia en el departamento del Cauca cobró un nuevo precio tras un ataque armado perpetrado por disidencias de las FARC contra una patrulla del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en la vía Panamericana. Con la confirmación de la muerte de uno de los reclusos heridos en el ataque, la cifra de víctimas mortales asciende a cuatro.
El ataque se registró en el sector de Pescador, en la carretera que conecta Popayán y Cali. En el incidente inicial, perdieron la vida el inspector Darío Bravo Pasuy, el dragoneante Michel Carlosama Pechené, y un recluso. La situación ha dejado también a tres funcionarios del Inpec y dos reclusos recibiendo atención médica especializada.
La ministra de Justicia y del Derecho, Ángela María Buitrago, expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y los compañeros de los funcionarios fallecidos. "Es un momento de dolor para todos nosotros", señaló la ministra, quien también condenó el ataque y la pérdida de vidas en el cumplimiento del deber.
El Inpec, por su parte, condenó el asesinato de sus funcionarios y los reclusos involucrados, haciendo un llamado a la unidad y la solidaridad en la protección de quienes trabajan por la seguridad de la sociedad. “Invitamos a la unión, a la solidaridad y a proteger a quienes protegen nuestra sociedad”, manifestó la institución.
La Asociación Unitaria de Servidores Públicos del Sistema Penitenciario y Carcelario Colombiano exigió medidas de seguridad más estrictas en los desplazamientos locales y nacionales, solicitando el apoyo de la Policía y el Ejército Nacional. "El orden público en el departamento del Cauca se encuentra en su punto crítico más alto", advirtió el comunicado.
Antonio Useche, asesor de paz de la Gobernación del Cauca, rechazó enérgicamente el atentado y pidió a las fuerzas de seguridad que utilicen todos sus recursos para proteger la vía Panamericana. “Le hacemos un llamado a los grupos armados al margen de la ley para que entiendan que la comunidad caucana quiere vivir en paz”, afirmó Useche, enfatizando la necesidad de restaurar la tranquilidad en la región.