La Contraloría General de la República reveló la cadena de errores que encontró en el proyecto Hidroituango tras más de un año de investigación.
En el proceso se analizó más de dos teras de información con la que se evaluó el proyecto de la hidroeléctrica de Ituango desde cuando empezó a concebirse en 1962, a planearse en los años 70 y a desarrollarse a finales de los años 90 cuando se iniciaron los trámites para la obtención de la licencia ambiental.
"También se hizo seguimiento a la etapa de impulso definitivo, tiempo en el que se buscaron los recursos financieros y se avanzó en la elaboración de los diseños y de la construcción de la infraestructura. Fue en ese entonces cuando se dio paso a las obras principales de la hidroeléctrica, las cuales son el objeto principal de esta investigación", explicó el contralor general, Carlos Felipe Córdoba.
La cadena de errores en Hidrotuango
De acuerdo con la línea de tiempo que realizó la Contraloría, la cadena de errores en el proyecto inició en el año 2008 con la preventa, en subasta, de 2.972.603 kilovatios hora/día, desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 28 de noviembre de 2038.
Más adelante, entre los años 2008 y 2009, empezaron los problemas asociados a una débil planeación y fallas en la administración, dirección y control técnico y financiero. Entre los errores para esta época están la falta de diligencia de los contratistas, el inicio de las obras de las vías de acceso que no tenían diseños definitivos y la modificación de la altura de la presa que ya tenía la licencia ambiental.
La Contraloría encontró que entre el 2010 y 2011 hubo "ajustes accidentados a a los contratos". De acuerdo con la línea de tiempo, en ese momento se inició la subasta por 2.287 millones de pesos para elegir la compañía que desarrollaría el proyecto.
A la subasta se presentaron varias multinacionales de renombre como China Three Gorges Corporation, el Consorcio KEPCO, Construões e Comércio Camargo Corrêa S.A. y Electrobras, entre otras. Sin embargo, la subasta se suspendió y se hizo una contratación directa con EPM.
De acuerdo con la Contraloría, en ese momento se agregaron salvedades sustanciales al contrato con EPM que liberaron de responsabilidad a la compañía y modificaron la distribución de riesgos en perjuicio de Hidroituango.
Lo que sigue en la línea de tiempo es el crecimiento de la oferta y la baja capacidad, eso entre 2011 y 2012. Según la Contraloría, en ese periodo iniciaron los aumentos en costos debido a que empezó la construcción de los túneles de desviación sin las vías de acceso necesarias por lo que tuvieron que adoptar un plan de contingencia.
Pese a que en ese momento ya habían importantes atrasos, en una nueva subasta Hidroituango consiguió que le adjudicaran el suministro de 9.540.821 kilovatios/día para un lapso entre el 1 de diciembre de 2021 y el 31 de diciembre de 2038.
Los problemas se hicieron más graves pues la falta de equipos en buen estado llevó a la suspensión de las labores en los túneles.
Entre 2012 y 2013, según el informe de la Contraloría, iniciaron las consecuencias del mal manejo del cauce del río Cauca. Las fallas que se habían cometido en años anteriores no permitieron que esa importante intervención se hiciera de manera correcta.
Además, se hicieron cambios abruptos de características catalogadas contractualmente como "inmodificables". Un ejempló es la obra del tercer túnel de desviación que debido a esas modificaciones colapsó en el 2018 y por poco provoca una calamidad pública.
En el año 2019 es cuando la Contraloría inició el proceso de responsabilidad fiscal y este 3 de diciembre de 2020, tras las investigaciones del ente de control, se reveló que por esa cadena de errores hay un lucro cesante por $1,1 billones y un detrimento al patrimonio público por valor de $2,9 billones.