La temporada decembrina en Cundinamarca ha estado marcada por un espíritu de unión y responsabilidad. Bajo el liderazgo del gobernador Jorge Emilio Rey, el departamento ha apostado por unas celebraciones libres de pólvora, con medidas contundentes contra el licor adulterado y una oferta cultural y turística que enaltece las tradiciones locales.
La Gobernación de Cundinamarca ha impulsado una campaña decidida para erradicar el uso de pólvora durante estas fiestas. Esta iniciativa, que busca prevenir accidentes y proteger a los sectores más vulnerables como los niños y las mascotas, ha contado con el apoyo de los 116 municipios del departamento. En reemplazo de los fuegos artificiales, se han organizado actividades culturales y eventos familiares que promueven un ambiente seguro y de convivencia.
Además, se han intensificado operativos para garantizar el cumplimiento de las normativas sobre la venta de pólvora, evitando tragedias y reforzando el compromiso del departamento con unas fiestas en paz.
Lucha contra el licor adulterado: Resultados contundentes
Uno de los grandes logros de la administración durante esta temporada ha sido el trabajo en contra del licor adulterado, un problema recurrente en festividades de alto consumo.
"Los resultados han sido contundentes. Hemos aprehendido más de 35.000 unidades de licor nacional, 5.000 botellas de licor extranjero, y 48.000 más de cerveza nacional. Se han incautado 17.000 cajetillas de cigarrillos ilegales, y se han cerrado 360 establecimientos que no tenían la documentación estricta para poder funcionar.", afirmó el gobernador Jorge Emilio Rey.
Estas acciones reflejan el compromiso de la Gobernación con la seguridad de los cundinamarqueses, garantizando que las festividades se lleven a cabo sin riesgos asociados al consumo de productos ilegales.
La magia de los alumbrados navideños
El encanto de los alumbrados ha sido otro punto culminante de estas fiestas. Municipios como Zipaquirá, Chía y Girardot han ofrecido espectáculos luminosos que han atraído tanto a locales como a turistas. Cada lugar ha presentado propuestas únicas, destacándose por su creatividad y conexión con la identidad cultural de la región.
Por ejemplo, en Zipaquirá, el centro histórico se llenó de figuras luminosas inspiradas en la biodiversidad local, mientras que Chía deslumbró con un árbol de Navidad de gran tamaño acompañado de un espectáculo de luces y música.
En el ámbito cultural, la creación de un jingle navideño ha sido una estrategia innovadora para resaltar las fortalezas del departamento en estas fiestas. Con una melodía alegre y una letra que destaca los alumbrados, la gastronomía y la calidad humana de los cundinamarqueses, este jingle se ha convertido en un símbolo de orgullo regional y un llamado a disfrutar las festividades en familia.
Otro aspecto clave ha sido el mejoramiento vial en varios municipios estratégicos. Las obras de pavimentación y mantenimiento en corredores principales han permitido una movilidad más fluida, facilitando que tanto locales como visitantes accedan a los diferentes destinos turísticos y puntos de interés. Este avance no solo beneficia a las festividades, sino que también impulsa el desarrollo económico y turístico de la región.
Cundinamarca ha demostrado que es posible celebrar unas fiestas decembrinas con seguridad, tradición y modernidad. El enfoque integral de la Gobernación, que combina operativos de seguridad, campañas educativas y promoción cultural, ha logrado crear un ambiente donde las familias pueden disfrutar con tranquilidad y orgullo de las riquezas del departamento.
Con un compromiso claro y resultados contundentes, Cundinamarca se consolida como un ejemplo para otras regiones de Colombia, mostrando que la unión entre tradición y responsabilidad puede iluminar la temporada más especial del año.