Este 2022 llega recargado con toda por cuenta de las elecciones presidenciales y del Congreso, que mantendrán por lo menos la mitad del año bastante movida en la escena política. Uno de los candidatos que más ha generado controversia ha sido precisamente el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, famoso por su carácter explosivo, discurso anticorrupción y por una línea de campaña en la que le ha hecho el feo a las alianzas con los otros precandidatos.
Sin embargo, si hay un episodio que hizo todavía más famoso a Hernández durante su mando en la capital santandereana, fue la cachetada que le propinó al entonces concejal John Claro cuando discutían sobre un impuesto que estaba cobrando su administración a los profesionales de aquel entonces. Una charla formal que tras varios improperios y ante la falta de escucha, terminó en subidas de tono y un Rodolfo Hernández completamente salido de sus casillas, siendo retenido por sus funcionarios y seguridad para que no peleara y profiriendo groserías de gran calibre.
Sobre este momento mucho se ha hablado y en su mayoría pareciese que para el alcalde fue beneficioso en su imagen, ya que relató su versión en repetidas ocasiones en canales de televisión y radio. Caso contrario al del exconcejal, que hoy, tres años después de los hechos, manifestó en entrevista con Kienyke.com que muy pocos le han preguntado a él las razones reales del encuentro.
“Siempre ha manifestado que llegué allá intempestivamente, que llevaba cámara, luces y acción y que queríamos hablar sobre cultura. Miente, falta a la verdad el ingeniero Rodolfo”, manifiesta Claro.
Según cuenta, todo este episodio comenzó desde mucho antes, cuando en el segundo semestre de 2018 la Secretaría de Hacienda de Bucaramanga, entonces al mando de Olga Patricia Chacón, “empezó a cobrar un tributo local que tiene que ver con un impuesto del 3x1000 de industria y comercio a todas las profesiones liberales”. Esa es la forma en la que se refieren a toda profesión que involucre un título de pregrado.
“En ese momento nosotros como Concejo hicimos un debate de control político porque consideramos que el cobro de este tributo tenía visos de ilegalidad, porque el decreto ley 1333 del año 86, que es el que rige el código de régimen municipal, establece que todos los tributos locales deben pasar por el Concejo”, relata el exfuncionario, asegurando que meses después la administración decidió dar por terminado ese cobro (aún cuando antes lo defendió con determinación).
A partir de ahí, cuenta que se empezó a gestar desde el Concejo de Bucaramanga una moción de censura en contra de la administración y el alcalde Rodolfo Hernández decidió realizar un Facebook live en el que la emprendió con nombre propio en contra del exconcejal John Claro. Esa fue la razón real de porqué, días después, el funcionario pidió una cita al despacho del alcalde (evento que fue grabado por ambas partes).
La famosa cachetada por Fredy Anaya
A pocos días del Facebook Live, el exconcejal John Claro se encuentra finalmente cara a cara con el alcalde y le habla sobre su intención de voto en la moción de censura (que le dice iba a ser por la “verdad”).
Algo que muchos no saben y que Claro es enfático en asegurar es que en realidad no era un encuentro de enemigos, sino que en realidad el exconcejal conformaba una coalición minoritaria del Concejo que casi siempre estaba de la mano con los proyectos de la administración. Razón por la cual, no sorprende cuando se dan la mano en una parte del video.
No obstante, la discusión escala rápidamente entre algunas expresiones un poco subidas de tono de lado y lado. La pelea estalla finalmente luego de que, tras ser llamado politiquero, John Claro le recordara al alcalde que él y su hijo eran socios de Fredy Anaya, cuestionado político santandereano, cercano al Clan Aguilar y hoy por hoy Contralor de Santander (cargo para el que contó con el apoyo de la diputada Anabel Tarazona, parte del movimiento de Rodolfo Hernández).
“Yo al alcalde nunca le dije que fuera tramposo, ni que era bandido, ladrón ni corrupto, ni que el señor Fredy Anaya fuera bandido, ladrón o corrupto. Mucho menos el hijo. Tampoco dije que la empresa Entorno Verde SAS era ilegal o que tuviera vínculos con el narcotráfico o con dineros ilícitos, nunca dije nada de eso”, manifiesta Claro.
Ahora bien, ¿cuál es la verdad? ¿Rodolfo Hernández y su hijo tuvieron o no relación con Fredy Anaya? La respuesta corta es sí. Precisamente, uno de los documentos que tiene en poder el exconcejal es un acta de la Cámara de Comercio en la que Rodolfo Hernández aparecía como parte de la junta directiva de la compañía Entorno Verde SAS y su hijo como suplente dentro de la misma. Socios de Fredy Anaya.
“Era importante nombrarlo porque Rodolfo siempre ha mantenido un discurso de transparencia, de anticorrupción, de honestidad y yo sé que Rodolfo tiene rabo de paja. Ha sido un empresario exitoso que durante toda la vida ha apoyado a toda la clase política tradicional en Santander”, señala.
Lo cierto es, que su discurso anticorrupción, con el que hoy surca los primeros escaños en las encuestas, si tiene un lado flaco. Después de liquidar esa compañía, el exalcalde ha cambiado por completo su posición frente a su antiguo socio y viene asegurando que Anaya es un corrupto.
Así las cosas, todo esto es lo que ronda el famoso episodio de la cachetada de Rodolfo Hernández a John Claro, dejando en el fondo la pregunta que se hizo el exconcejal sobre el candidato presidencial que le hace el feo a todos y que no preparó equipo para el Senado: “Si no tiene mayorías, ¿qué va a hacer, darles coñazos a todos?”. La cosa es, que todo parece indicar que ni siquiera eso podría, ya que según Claro al exalcalde le quedaría un solo strike en procesos disciplinarios y si llega a ser sentenciado por uno más podría poner en peligro su aspiración presidencial.