El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Gran Bretaña el lunes para iniciar una visita de Estado de tres días.
El secretario de Estado para las Relaciones Exteriores del Reino Unido, Jeremy Hunt, recibió a Trump en el aeropuerto de Stansted en medio de medidas estrictas de seguridad. El mandatario estadounidense llegó acompañado por la primera dama, Melania Trump, y su séquito.
La visita de Trump se produce días antes de la salida oficial de la primera ministra Theresa May, después de fracasar en las estrategias Brexit.
La reina Isabel dará la bienvenida a Trump en el Palacio de Buckingham con una ceremonia oficial y dará un banquete estatal por la noche.
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Se espera que Trump mantenga conversaciones con May para discutir la relación comercial posterior al Brexit entre Reino Unido y Estados Unidos, entre otras cuestiones nacionales e internacionales.
Trump visitará Portsmouth durante su estancia para asistir a las ceremonias que marcan el 75 aniversario del Día D.
Protestas
La visita de Trump ha sido descrita como la visita más controvertida de un presidente de EE.UU. a Reino Unido.
Se han organizado protestas para el martes en el centro de Londres, donde se espera que decenas de miles de personas se unan a un mitin en Trafalgar Square.
Trump ya ha causado controversia antes de su visita por hacer comentarios sobre el Brexit y sobre la política interna del país, después de brindar un apoyo abierto al ex Secretario de Relaciones Exteriores Boris Johnson, que se postula como el reemplazo de May por el Partido Conservador.
Trump también enfureció al bando pro-UE al decir que el líder del Partido Brexit, Nigel Farage, debería estar llevando a cabo las negociaciones con la UE.
Por otra parte, Megan Markle, la duquesa de Sussex, fue calificada por Trump como "desagradable", en una entrevista a un periódico después de enterarse de que ella fue crítica de su liderazgo durante su campaña electoral.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, describió a Trump durante el fin de semana como "uno de los ejemplos más notorios de una creciente amenaza global" y comparó el lenguaje que había usado con el de los "fascistas del siglo XX".
El mandatario de EE.UU. también había sido criticado anteriormente luego de retuitear videos anti-musulmanes de un grupo de extrema derecha llamado Britain First, un movimiento descrito por Theresa May como "incorrecto".
https://twitter.com/WhiteHouse/status/1135645893783379969
La invitación de May se extendió a Trump durante su visita a EE.UU. el 27 de enero de 2017, lo que generó críticas en el Reino Unido debido a la polémica prohibición de viajes del presidente estadounidense a siete países de mayoría musulmana.
El año pasado, más de 1.85 millones de personas firmaron una petición para que el Gobierno británico cancelara la invitación, argumentando que la visita oficial de Estado debería ser rechazada "porque causaría vergüenza a Su Majestad, la Reina".
Sus contradictores también aseguraron que la "bien documentada misoginia y vulgaridad de Trump" lo descalificó para encontrarse con la Reina u otros miembros de la realeza británica.