El presidente Gustavo Petro ha prorrogado recientemente el cese al fuego por seis meses con las disidencias de las Farc, específicamente con el grupo conocido como ‘Estado Mayor’. Al mismo tiempo, ha avanzado en diálogos socio-jurídicos con las ‘Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada de Santa Marta’, originarias de la banda ‘los Pachenca’.
Estos procesos son los más avanzados en su iniciativa de "paz total", un esfuerzo que busca establecer un diálogo con todos los actores armados en Colombia.
Cabe destacar que la "paz total" es una promesa central del mandato de Petro, que enfrenta el desafío de negociar con múltiples grupos armados en un contexto de creciente violencia. A pesar de sus esfuerzos, la situación es complicada. Por ejemplo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) interrumpió un proceso de negociación en Arauca, aunque se han visto signos de reactivación. En cuanto a las disidencias de las Farc, lideradas por ‘Iván Mordisco’, se enfrenta una guerra abierta, lo que limita las posibilidades de diálogo.
Las disidencias de las Farc están fragmentadas, lo que dificulta aún más la búsqueda de acuerdos. Después del acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, algunos excombatientes decidieron no unirse a las negociaciones y se separaron en diferentes grupos, incluyendo el ‘Estado Mayor Central’ y el ‘Estado Mayor’, que ha mantenido un cese al fuego con el gobierno de Petro.
El ‘Estado Mayor’ está compuesto por varias estructuras con aproximadamente 1,720 miembros, y ha mostrado disposición para dialogar. Por el contrario, el ‘Estado Mayor Central’, encabezado por ‘Iván Mordisco’, no se encuentra en un proceso de cese al fuego, y su dinámica horizontal complica aún más las negociaciones.
Nuevas estrategias de negociación
Una de las innovaciones que ha propuesto el gobierno de Petro es la implementación de acuerdos parciales. A diferencia de negociaciones anteriores, donde se requería que todo estuviera acordado antes de avanzar, se busca introducir transformaciones territoriales mientras se desarrollan las conversaciones.
Esta estrategia busca integrar a las comunidades afectadas por el conflicto, facilitando así la transición hacia el posconflicto.
En los diálogos con el ‘Estado Mayor’, el gobierno ha enfatizado la importancia de realizar transformaciones inmediatas en las comunidades, reduciendo la violencia y fomentando la inclusión de los actores armados en nuevas realidades económicas y sociales.
Diálogo con bandas criminales
Además de las disidencias de las Farc, el gobierno también busca establecer procesos con grupos criminales, aunque las negociaciones con estos no serán de paz, sino de sometimiento a la justicia. Uno de los grupos más relevantes en este contexto es el ‘Clan del Golfo’, que aún no ha comenzado el diálogo formal, a pesar de mostrar interés.
Las ‘Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada de Santa Marta’ son otro grupo con el que el gobierno ha comenzado a establecer diálogos. Este esfuerzo incluye nombrar a sus líderes como gestores de paz, lo que ha generado reacciones mixtas en la sociedad colombiana.
El tiempo avanza y el presidente Petro enfrenta un mandato que se acerca a su fin. La ambiciosa meta de alcanzar una "paz total" en Colombia se presenta como un desafío monumental, especialmente ante la resistencia de grupos como el ELN y el ‘Estado Mayor Central’. Aunque se han logrado algunos avances con el ‘Estado Mayor’, la situación general sigue siendo volátil.
A medida que las negociaciones avanzan, es crucial que el gobierno mantenga un enfoque cuidadoso y estratégico. Las dinámicas de poder entre los grupos armados son complejas, y cada uno busca capitalizar la necesidad del gobierno de mostrar resultados en su búsqueda de paz.
