La pasada sesión presencial del Senado de la República el pasado 27 de agosto, en la que se eligió a la nueva procuradora general de la Nación, pudo producir nuevos pacientes contagiados con coronavirus al interior de la corporación.
Esa sesión fue la primera presencial de cámara alta del Congreso tras los meses de aislamiento preventivo que decretó el gobierno para enfrentar la pandemia de coronavirus. Para poderla realizar se implementaron protocolos de bioseguridad con el fin de evitar el contagio.
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Según informó el Senado, hasta el momento se tiene “un reporte de 13 casos de contagios por Covid-19 y 5 a la espera de resultados del total de personas asistentes a las instalaciones del Senado para la sesión presencial”.
Para realizar la sesión, según informó la misma corporación, “a la entrada del Capitolio se instaló un riguroso control, entregándose a los asistentes un kit con elementos de protección como gel, tapabocas y alcohol. Además de los controles para ingresar al edificio, se organizaron cuatro salones para garantizar la distancia de dos metros en la plenaria”.
La información volvió a poner sobre la mesa el debate de continuar con las sesiones presenciales o mantener un trabajo remoto en el Congreso de la República. Hasta el momento el presidente del Senado, Arturo Char se encuentra evaluando con la mesa directiva y la aseguradora los mecanismos para continuar trabajando de manera presencial, y reducir el riesgo de contagio.
El reporte de contagio alertó a algunos senadores, quienes se mostraron preocupados por las condiciones de seguridad y pidieron un refuerzo en los protocolos para garantizar la seguridad de todos los funcionarios que laboran en el capitolio.
Uno de ellos fue el senador Armando Benedetti, quien publicó en Twitter que varios de los contagiados son funcionarios del Congreso y no propiamente congresistas. “Me acaban de decir que por lo menos tres funcionarios de la Comisión Primera del Senado, que iban al recinto, dieron positivo. Yo quiero presencial, pero con todos los protocolos y medidas de bioseguridad que eviten riesgos innecesarios para los funcionarios y congresistas”, escribió.
Esa afirmación fue negada por uno de los mayores defensores de la presencialidad del Congreso, el senador Rodrigo Lara, quien le dijo a Benedetti que el secretario de la Comisión Primera y su equipo de trabajo se contagiaron antes de la sesión presencial para elegir al nuevo jefe de la Procuraduría.
“No señor. El Secretario de la Comisión 1 se contagió mucho antes de la elección de Margarita Cabello. Al igual que sus asesores. Eso lo sabes tú y lo sabemos todos en Comisión 1. No hay razón para alegar que sea imposible sesionar presencial y hacerle el quite al fallo de la Corte”, señaló Lara.
Posteriormente, Lara informó que se comunicó con la directora administrativa del Senado, quien le comunicó que no se había certificado que las infecciones se produjeron durante la sesión presencial de elección de Procurador General.
Por su parte Benedetti aseguró que es igual de grave que se contagien en el Senado o por fuera de esta, debido a que pueden llegar a asistir a la corporación siendo positivos de coronavirus y generando riesgo en los demás asistentes. El senador de La U sostuvo que a pesar del riesgo, “quiere” sesiones presenciales.
La situación ha provocado un profundo debate en el Congreso. Desde hace varios meses algunos congresistas han insistido en convocar sesiones presenciales, mientras otros se sostienen en continuar trabajando de manera virtual.
Incluso este martes, en medio de las constancias iniciales de la Comisión Primera del Senado, el senador Gustavo Petro y la senadora Paloma Valencia tuvieron un corto cruce de palabras al respecto.
Mientras el jefe natural de la Colombia Humana solicitó convocar sesión presencial de la Comisión, debido a que su par en la Cámara lo está realizando de esa manera, por lo que se demuestra su posibilidad. Aseguró que se podría realizar abriendo las ventanas del recinto, separando las sillas y utilizando micrófonos inalámbricos.
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El senador Roy Barreras lo respaldó, dijo que no eran necesarios los micrófonos y podrían usar todos los miembros el que se encuentra en el atril. A esa propuesta contestó irónicamente la senadora Valencia, quien dijo “y compartimos todos el coronavirus, qué idea”.
El debate persiste, mientras algunos piden mantener la virtualidad para reducir el riesgo, otros afirman que el Congreso pierde capacidad de control político y debate, mientras sesiona de manera remota.
