El presidente Gustavo Petro levantó la voz en respuesta a una queja anónima radicada en la Procuraduría contra Luis Eduardo Llinás Chica, director de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF). La queja solicita la investigación y posible suspensión de Llinás tras la entrega de un informe sobre el polémico software espía ‘Pegasus’ al mandatario. En un contexto de creciente tensión política, Petro no tardó en cuestionar esta denuncia, considerándola un intento de desacreditar su figura presidencial.
“Esta es toda una intención de acabar con la figura presidencial en Colombia”, declaró el máximo mandatario, subrayando su percepción de que las acciones en su contra son parte de un esfuerzo más amplio para obstaculizar su gobierno. En su intervención, él también hizo alusión a diversos obstáculos que ha enfrentado en su administración, como la falta de apoyo para sus proyectos y nombramientos, mencionando específicamente la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) y el Consejo Nacional Electoral.
Gustavo Petro planteó una serie de preguntas retóricas que reflejan su frustración: “¿A qué presidente de Colombia le habían fallado en desacato? ¿A cuál presidente de Colombia le habían quitado su competencia constitucional en servicios públicos?”. Estas interrogantes buscan poner de relieve lo que considera un trato desigual hacia su administración en comparación con gobiernos anteriores.
El presidente colombiano enfatizó su compromiso de hablar siempre con la verdad, incluso frente a la adversidad. “A pesar de que el voto popular se expresó, hay una parte de la sociedad y del Estado que no admite un presidente progresista; para ellos, la democracia son solo palabras vacías”, concluyó, sugiriendo que su agenda progresista está siendo saboteada por sectores que resisten el cambio.
Esta polémica destaca las tensiones en el escenario político colombiano, donde el presidente enfrenta desafíos no solo en la implementación de su programa, sino también en la legitimidad de su gestión frente a un contexto de críticas y resistencia institucional. La situación pone de manifiesto las divisiones profundas en el país y el camino complejo que enfrenta el gobierno de Petro.