La marihuana será tema de debate en el Congreso de la República en esta nueva legislatura. Tras una primera semana de trabajo legislativo se conocieron dos iniciativas que buscarán legalizar el consumo, porte y venta del cannabis en el país.
Uno de ellos fue creado por el senador Gustavo Bolívar, en coautoría de la representante Katherine Miranda, y busca que sea el Estado el que regule el mercado de marihuana con un enfoque de salud pública.
El proyecto de ley busca crear un conjunto de normas que regulen el cultivo, producción, almacenamiento, transformación, comercialización y uso del cannabis y sus derivados, con el fin de permitir el uso adulto del cannabis, que contempla su uso recreativo.
Según el proyecto, será el Estado el que deba regular todo el proceso de producción y comercialización de la marihuana en el país. Esto se haría por medio de la creación del Instituto Colombiano para la Regulación del Cannabis (ICORECA), que será el encargado de dirigir toda la política de consumo en el país.
El proyecto plantea la prohibición de expendio y consumo por parte de menores de edad, por eso se resalta el uso adulto como definición. Así mismo prohíbe que las personas conduzcan cualquier tipo de vehículo bajo los efectos del THC, componente psicoactivo de la marihuana.
Sería ese mismo ICORECA el encargado de otorgar licencias para los lugares, públicos y privados, que puedan realizar venta de marihuana, garantizando su acceso a todos los niveles socioeconómicos, pero siempre con una información veraz respecto a los efectos e indicaciones de consumo.
Se plantea que el cannabis comercial tenga un empaquetado que incluya información de los efectos y riesgos y se prohíben mensajes que indiquen que la marihuana es suave, ralajante o saludable. Al igual que el cigarrillo, la marihuana no podrá tener publicidad por ningún medio, según el proyecto, como tampoco patrocinar eventos culturales o deportivos.
Se le impondrá un impuesto al cannabis, que estará destinado para campañas de prevención del consumo de sustancias psicoactivas y para el sostenimiento del Instituto que regula la venta y consumo.
Así mismo, las licencias para el cultivo tendrán un enfoque diferencial que buscará que los pequeños productores tengan acceso preferencial, así como los habitantes de zonas con cultivos ilícitos, víctimas del conflicto, afiliados al Sisben y mujeres cabeza de familia.
Finalmente, también se establece la posibilidad de realizar autocultivo con fines no comerciales o de lucro, de tal manera que las personas podrán tener un número menor de 20 plantas para el uso personal o colectivo, sin necesidad de licencia.
Esta iniciativa que iniciará debate en el Senado, se cruza con otra de iniciativa del partido Liberal en la que se busca modificar el artículo 49 de la Constitución para que se permita el uso recreativo del cannabis y sus derivados en el país. Ya que ese artículo prohíbe su consumo cuando no sea por prescripción médica.
De triunfar estas dos iniciativas en el Congreso de la República, la lucha contra las drogas tendrían un giro sustancial, de un combate armado y prohibicionista a un enfoque de salud pública y dentro de la legalidad y la prevención, como lo establecen los ponentes de los proyectos.
Las cortes colombianas también han dado su visto bueno a la despenalización del consumo, La Corte Constitucional despenalizó el consumo en la Sentencia C-221 de 1994. Además, recientemente el Consejo de Estado modificó el decreto presidencial que ordenaba a la Policía decomisar sustancias psicoactivas, y autorizó esa acción solo en los casos que se trate de venta o expendio.
Según se cita en el proyecto de Bolívar y Miranda, en el país el más reciente Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas, publicado en 2013, un total de 763 mil personas consumieron marihuana en el año previo al estudio, de las cuales 607 mil son hombres.
Así mismo se señala que “en Colombia, al igual que en el resto del mundo, la marihuana es la sustancia ilícita más consumida. Del total de consumidores de drogas ilícitas en el último año, el 87% consume marihuana. Del total de consumidores de marihuana en el país, el 75,1% reportó uso de “cripy”, que es la variedad con mayor contenido de tetrahidrocannabinol (THC), componente activo del cannabis”.
El consumo de esta sustancia ha crecido en el país en los últimos años, pasó del 7.7% en 2004 al 8,4% en 2016, lo que argumentan los autores del proyecto es que en países como Estado Unidos, que tiene legalizado el consumo en algunos estados, la cifra de aumento del consumo se mantuvo o incluso disminuyó.