Luego de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu enviara una carta, el pasado 11 de enero, al presidente Gustavo Petro para interceder en la liberación de los rehenes de Hamás en el marco del conflicto que se vive entre Israel y Palestina, el jefe de Estado colombiano finalmente respondió y por medio de una carta aclaró la posición de Colombia ante la petición.
Fue también por medio de una misiva en la que Petro destacó su compromiso con la paz y la justicia social, y en el marco de la solicitud de interceder por los secuestrados, informó que otorgó la nacionalidad colombiana a Elkana Bohbot, quien se encuentra en manos de Hamás. Con esta determinación, el Estado colombiano podrá interceder para su pronta liberación.
En esa línea, Petro insistió en la necesidad de que se decrete un cese de hostilidades entre ambas naciones, Israel y Palestina, que permita avanzar en beneficio de la población civil y establecer diálogos que desemboquen en los más de 130 secuestrados por el grupo extremista.
Así mismo, reiteró su propuesta de crear una Comisión internacional de paz que permita una salida dialogada del conflicto y que dé fin a la guerra que se ha extendido por más de cuatro meses.
“Colombia y mi Gobierno ponemos a disposición los buenos oficios para realizar este propósito. He rechazado y rechazaré enérgicamente actos que supongan la eliminación del otro. Como gobierno, lo hemos expresado en nuestro territorio y así lo haremos en cualquier parte del planeta”, acotó Petro.
En su pasada misiva, Netanyahu invitó a permanecer unidos contra los terroristas y partidarios: "Les pido que hagan todos los esfuerzos posibles para asegurar la liberación de Elkana y los otros 135 rehenes retenidos en los túneles del terror de Hamas".
Netanyahu expresó; “los horrores a los que están sometiendo a los rehenes por parte de sus captores de Hamás aumentan la pesadilla actual que están soportando sus familias y seres queridos. (...) A los rehenes se les han negado los medicamentos que necesitaban desesperadamente”.
En suma, el mandatario criticó al CICR por su pasividad ante las necesidades de los rehenes y su falta de condena clara a Hamás por violar normas fundamentales de conducta civilizada.