La hija de Marbelle, Rafaella Chávez, vivió una adolescencia difícil, marcada por el bullying escolar, un fenómeno que, lamentablemente, sigue afectando a muchos jóvenes. Las constantes burlas sobre su peso fueron el motor que la llevó a tomar la dolorosa decisión de abandonar el colegio. Un golpe emocional devastador que dejó cicatrices profundas en su vida, pero que también la llevó a forjar una nueva identidad, con el apoyo incondicional de su madre.
En su participación en el programa Entre cicatrices y canciones, presentado por María Elvira Arango, la llamada reina de la tecnocarrilera compartió el dolor y la angustia que vivió al ver a su hija sufrir por los crueles comentarios de sus compañeros. La cantante, quien también había sido víctima de bullying en su juventud, entendió el sufrimiento de Rafaella, pero esta situación la enfrentó a un desafío aún mayor: la necesidad de proteger a su hija y ayudarla a sanar emocionalmente.
Marbelle destacó lo difícil que fue ser testigo de los comentarios hirientes hacia Rafaella, recordando lo mucho que le dolió escuchar a su hija decir: “mamá, mírame, estoy gorda”. La cantante confesó que ver a su hija luchar con su imagen corporal fue un golpe durísimo, sobre todo porque ella misma había vivido situaciones similares en su juventud. “No era solo decirle ‘come menos para verte más bonita’, sino entender que mi hija estaba en peligro. Verla tan delgada y escucharla decir ‘mamá, mírame, estoy gorda’, me destrozaba”, expresó ella, visibilizando la complejidad de la relación con el cuerpo y la salud mental que ambas tuvieron que enfrentar juntas.
El impacto emocional fue tan profundo que la vallecaucana, en su deseo de protegerla, decidió que Rafaella terminara sus estudios desde casa, un proceso que, aunque complicado, les permitió a ambas afrontar los desafíos de una manera más tranquila. Sin embargo, para ella, fue una experiencia de impotencia al ver a su hija pasar por algo tan doloroso y, en muchos momentos, sentirse incapaz de ayudarla a comprender lo mucho que ella misma había sufrido por razones similares en su juventud.
La joven, por su parte, ha hablado abiertamente sobre cómo esta etapa de su vida afectó su desarrollo personal y académico. En una reciente entrevista en Día a día, recordó cómo, siendo una niña, interpretó a su madre en pantalla, en una de sus primeras apariciones como actriz, y cómo, con el paso de los años, su cuerpo comenzó a cambiar. "Con el pasar de los años empecé a crecer y empezó a cambiar la cosa […] Estaba en el colegio, pero tenía un bullying de otro nivel, y un matoneo impresionante, y fue una de las razones por las que no pude terminar el colegio como los demás niños", compartió.
A pesar de los obstáculos, Rafaella logró salir adelante. Gracias al apoyo constante de su madre, quien la guió en su proceso de autodefinición, Rafaella ha podido continuar su carrera artística. A sus 22 años, ha hecho una exitosa transición del mundo infantil al de la actuación adulta, participando en varias películas y series de televisión, y demostrando su versatilidad y talento.
Hoy en día, Rafaella es un claro ejemplo de resiliencia. A pesar de haber vivido una experiencia tan dolorosa, logró superarla y encontrar su propio camino. Su historia es un testimonio de lo importante que es el apoyo familiar, la salud mental y, sobre todo, la fuerza interna para sobreponerse a las adversidades. Aunque el camino fue largo y complicado, hoy la hija de la jurado de 'La Descarga' se muestra más fuerte y sana, y ha logrado encontrar un equilibrio tanto en su vida personal como profesional.
Marbelle, por su parte, continúa siendo una figura fundamental en la vida de su hija. Juntas, enfrentaron un momento de dolor que las unió más que nunca, convirtiéndose en un verdadero ejemplo de amor y apoyo incondicional entre madre e hija. A través de su experiencia, ambas han aprendido valiosas lecciones sobre la importancia de cuidar la salud emocional y cómo romper los ciclos de dolor generados por el bullying.