La Fiscalía General de la Nación ha decidido llevar a juicio al exsenador y asesor presidencial Armando Benedetti, acusado del delito de injuria agravada por las publicaciones que realizó en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter) durante 2022, en las que señaló a Lina María Arbeláez, exdirectora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), de corrupción y robo.
Benedetti, quien también se desempeñó como embajador de Colombia en Venezuela, negó las acusaciones en una audiencia virtual celebrada este miércoles y se declaró no culpable de los cargos. La Fiscalía subraya que las publicaciones del excongresista, realizadas entre abril y agosto del año pasado, afectaron gravemente la honra y dignidad de Arbeláez, quien estuvo al frente del ICBF durante el Gobierno de Iván Duque.
Los mensajes publicados por Benedetti en su cuenta de X fueron considerados por la Fiscalía como ataques directos a la reputación de Arbeláez, acusándola de corrupción sin presentar pruebas que respaldaran sus afirmaciones. En uno de los trinos más polémicos, fechado el 23 de abril de 2022, Benedetti escribió: “Esa directora del ICBF es un desastre y sospechosa de cualquier robo”. Esta acusación fue solo la primera de una serie de publicaciones que se mantuvieron durante varios meses.
Tres meses después, el 22 de julio de 2022, el exsenador reforzó sus señalamientos, publicando: “En el ICBF es donde más voraz ha sido y es la corrupción. Desde hace dos años he venido probando cómo Lina Arbeláez está saqueando la entidad. Espero demanda por calumnia e injuria para acelerar las investigaciones”. Estos mensajes, según la Fiscalía, no solo afectaron la imagen pública de Arbeláez, sino que también pusieron en duda su integridad y desempeño en el cargo.
El 4 de agosto de 2022, Benedetti volvió a utilizar su cuenta en X para atacar la gestión de Arbeláez, acusando fallas graves en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), un área clave dentro del ICBF. En otro mensaje, publicado a finales de ese mismo mes, reiteró sus acusaciones de corrupción, asegurando: “El ICBF fue robado por la anterior directora. Lo vengo denunciando desde hace más de dos años. Hoy, gracias al Pacto Histórico, se sabe toda la verdad”.
La acusación formal y el proceso judicial
La Fiscalía presentó un escrito de acusación de 12 páginas, en el que detalla los cuatro trinos que, según el ente acusador, constituyen injurias graves contra la exfuncionaria. Las publicaciones de Benedetti habrían atentado contra su buen nombre, afectando su honorabilidad y credibilidad como funcionaria pública.
Este caso, que aborda el delicado equilibrio entre la libertad de expresión y la protección de la reputación de las personas, será asumido por un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia. En los próximos días, se definirán las fechas de las audiencias preparatorias del juicio.
Benedetti, quien cuenta con más de 560.000 seguidores en X, tendrá que enfrentar un proceso judicial que podría definir si sus publicaciones cruzaron el límite entre el derecho a expresar opiniones sobre temas de interés público y la responsabilidad de no dañar la reputación de un individuo, especialmente de una funcionaria pública en ejercicio.
El caso de Armando Benedetti se enmarca en una cuestión recurrente en la era digital: ¿hasta dónde se puede llegar al expresar opiniones sobre figuras públicas sin que se considere un delito de injuria?. La Fiscalía parece estar dispuesta a dejar en manos de la justicia esta interpretación, tomando en cuenta que las acusaciones hechas por Benedetti no fueron respaldadas por pruebas concretas, lo que las convierte en un ataque potencialmente dañino para la imagen de Arbeláez.