Pola Monroy es candidata a la Cámara de Representantes por Bogotá del Centro Democrático, una política con una misión clara de luchar por los derechos de los pacientes con piel quemada, la población carcelaria y otros sectores de la población con dificultades para su inclusión en la sociedad. Precisamente, Monroy es víctima de piel quemada fruto de un accidente, por lo que inspirada en su caso intentará llevar las problemáticas y dificultades de este tipo de pacientes al sistema de salud.
En diálogo con Kienyke.com, Paola Monroy explicó los ejes principales de su programa: a través de una ley lograr que se maneje el tema de los pacientes quemados como política pública, la creación de clínicas del dolor en las unidades de quemados, velar por los derechos de los internos e internas de las cárceles del país, entre otras propuestas como castigar la nómina de los maestros que se nieguen a trabajar o implementar la cátedra “los males del comunismo”.
En primera instancia, cabe mencionar que el compromiso de Monroy con los pacientes de piel quemada proviene de su experiencia personal de haber sufrido un accidente que le dejó un 30% de su cuerpo con quemaduras. “Tenemos un gran vacío en todas las unidades de quemados en el país. A mi se me hicieron ocho cirugías y entre cirugía y cirugía nos hacen curación (...) Por lo menos en mi caso, me quitaban el vendaje aquí en la parte del tórax y me retiraban el vendaje, comenzaban a limpiar con agua fría, a retirar la piel que ya no servía y una herida abierta si tú le aplicas cualquier líquido va a doler muchísimo y es ardor donde ni siquiera la morfina sirve”, relata la candidata.
En ese orden de ideas su propuesta va encaminada, como parte de esa política pública para tratar este tipo de pacientes, a implementar “clínicas del dolor, que no es otra cosa más que el hecho de que haya anestesiólogo que haga un adecuado manejo del dolor”. El problema es que, según relata, en este momento no existe un abordaje adecuado del tema y los pacientes con piel quemada tienen que sufrir auténticas torturas en los hospitales.
Otro tema es, por ejemplo, el censo de los pacientes quemados y el trato diferencial frente a los pacientes quemados por ácido. Monroy reconoce que la Ley Natalia Ponce de León fue una avance en esta materia, sin embargo asegura que “solamente 5% de los pacientes son quemados por ácido” y el tema con el otro 95% es que no hay una cifra exacta de esta afectación que permita dimensionar el problema y tratarlo con una política de inclusión y otras medidas.
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Otro tema tiene que ver con velar por la protección de la población carcelaria, con quien Monroy manifiesta haber trabajado de cerca. “Las condiciones humanitarias son tan complicadas que definitivamente eso merece una reforma a la justicia, pero también merece el promover la implementación de cárceles que realmente cumplan con el objetivo y con el fin de la pena que es la resocialización”.
“Los males del comunismo”
Finalmente, otra propuesta de Paola Monroy tiene que ver con hacer recortes en el salario a los maestros que no quieran ir a trabajar por estar protestando. Manifiesta que aunque respeta el derecho a la protesta, considera que “no se puede permitir que la educación de los niños y las niñas en Colombia se vea afectada”.
En ese sentido, la idea concreta de la candidata es “qué día que no trabajen a causa de ir a sus protestas, les sea descontado de su nómina”. Aunque, por otro lado, es importante destacar que no desconoce los problemas de infraestructura que muchos colegios en Colombia atraviesan, que al final terminan dificultando el ejercicio de políticas de sanidad y el regreso a la presencialidad.
Cabe mencionar que Paola Monroy es crítica del proceso de paz, pues considera que “llevamos varios años en la implementación de un acuerdo que ha generado impunidad”. En ese sentido, también busca impulsar una propuesta de vivienda para víctimas del conflicto, ya que asegura que un 90% de estas siguen sin reparar.
Una de sus últimas propuestas, que señala se puso para “llamar la atención”, es implementar por ley la cátedra de “los males del comunismo” entre los jóvenes. No obstante, como es consciente de que con ese nombre es prácticamente imposible que sea aprobada, su idea toma la forma de una cátedra sobre sistemas de gobierno que reconozca las ventajas y desventajas del capitalismo y el comunismo.
“Hay que hablarles de las cosas malas que ha traído a nivel mundial para todas las economías que han continuado ese legado del presidente Fidel Castro. Tenemos que hacerle ver a la gente cuáles son los males de esa doctrina comunista, las consecuencias y los ejemplos claros de qué es comunismo, qué es socialismo y qué es capitalismo”, finalizó.