Son primos en segundo grado, aunque el poeta José Luis Diaz Granados nunca hizo ostentación del parentesco. Lo menciona ahora, tras la muerte del Nobel García Márquez y en defensa de sus ideas políticas, con las cuales se identifica.
“Con ese hermano mayor he compartido veladas y reuniones en todas las épocas de su vida: cuando él era joven, pobre y nervioso; en su edad madura, ya muy parco en sus opiniones; en la plenitud de su celebridad, poco extrovertido y serenado de todas las pasiones, y entrando en la vejez con el bigote níveo y la alegría de los ancianos sabios….”.
Diaz Granados –quien vivió en La Habana y allí conversó largo con Gabo- considera que la amistad de García Márquez y Castro era intelectual, como lo observó en su momento el propio escritor, muerto el pasado 17 de abril.
Escribió un libro, “La Habana soñada y vivida”, crónicas que leía en Radio Habana Cuba, todos los miércoles, crónicas del milenio, de cómo un extranjero vivía en esa ciudad.
El poeta dice que hoy –ahora, esta semana, en este abril de 2014- sigue teniendo fe en Fidel Castro “porque ha demostrado a lo largo de 50 años una estabilidad, que ha impedido su derrocamiento”.
Le observo que encarcelando a los enemigos ha logrado mantenerse en el poder…
“Caramba –reflexiona- entraríamos en otro tipo de discusión porque en esta caricatura de democracia en que vivimos en Colombia, capaz de exterminar un partido político, no tenemos autoridad moral. Yo fui exiliado y aquí no existe la pena del destierro, es decir, habría que entrar en otras cosas…”
¿Y cómo ve el régimen cubano, a propósito de fotos que muestran el deterioro y el desastre de La Habana?
Pues dicen que está mejor ahora. Los amigos intelectuales que han ido la ven un poco mejor. La OEA fue recientemente a rendirle pleitesía al régimen. Es muy diciente, algo marcha bien en la educación, en la cultura, en el deporte…
¿Ya definió su voto para las elecciones presidenciales?
Sí, Clara López, Aída Avella. Para mí es como la apertura, algo nuevo.
¿Qué piensa de Santos?
Él es un oligarca liberal, normal, aunque muy decente, un Carlos Lleras Restrepo, un Virgilio Barco, un Olaya Herrera. Son decentes y tienen aperturas democráticas.
¿Y Uribe?
Prefiero no tocar ese tema. Creo que recita bien a Neruda.
¿Peñalosa?
Me parece que es un payaso, vive riéndose... Pienso en María Ángela Holguín, una mujer muy bella, parece una reina europea...
¿Vargas Lleras?
Su abuelo era un hombre temperamental pero también sonreía y le gustaba la poesía erótica, que publicaba cada semana en Nueva Frontera. Reproducía poemas prohibidos en el siglo de oro, unos versos tremendos. Germán vive de mal genio todo el tiempo regañando.
¿Es aburrida la clase política colombiana?
A veces es repetitiva. Entre los de antes, Álvaro Leyva, Gilberto Alzate Avendaño, conservadores, eran muy simpáticos. Álvaro Gómez...
¿Ha tenido alguna anécdota, algún tropezón, por esos piropos que seguramente suelta en cualquier reunión?
Pues a veces ocurre que son mal entendidos o que no son bien recibidos. La mujer frunce el ceño…. a veces creen que se me está yendo la mano, o tiene un marido sin sentido del humor. Alguna vez, precisamente en Cuba, le lancé un piropo a una multa (tus piernas son dos ríos de canela) y me estaba metiendo en problemas.
¿Cómo evolucionan las letras en Colombia?
Desde el premio Nobel de García Márquez, comenzaron los talleres que no existían, iban los escritores a los colegios. Hay un mayor reconocimiento, la sociedad mercantilista ha cedido un poco a querernos, a comprendernos, a tratar de hacer algo por nosotros. A veces hacen cosas frívolas, pero también nos sirve, también conviene.
¿A qué horas y cuándo llega la musa, cómo es su caso?
Como cuando el pintor va tomando apuntes en un tren o en una larga travesía, también uno siente las motivaciones, lo que llaman la inspiración en determinados momentos.
A veces hasta la gastronomía misma lo inspira a uno. El novelista, al contrario, tiene que ser disciplinado y sentarse de 8 a 12. Cada caso es diferente, pero lo que decía Neruda, no me imagino un poeta vegetariano.
¿En la mente y en la vida real hay cosas que no se sepan de Díaz Granados, que constituyan una vergüenza?
Uno tiene amigos y enemigos, blanco y negro. Entonces tengo enemigos literarios que me sacan poemas políticos que escribí a líderes tolimenses hace 40 años.
Lanza usted otro libro...
Se trata de una antología que recoge 40 años de mi producción poética, 1968-2008 y se titula El Laberinto, que es el nombre emblemático de mi primer libro, editado por el Fondo de Cultura Económica...
¿Un músico dice ser músico cuando se gradúa del conservatorio; cómo se gradúa el poeta?
Uno muere siendo un aprendiz de poeta, y no es una falsa modestia. Es verdad. Uno está todos los días poniendo una palabra tras otra, que se encuentren dos palabras por primera vez para lograr el corto circuito del poema, eso es muy difícil.
Tal vez los demás piensen que uno es un poeta a carta cabal, y uno trata de aproximarse cada día a eso. Lo digo con toda sinceridad.
¿Cómo es su vida personal maestro?, perdóneme que me meta en estos laberintos…
Hoy en día a los 68 años de mi vida, ya llevo 25 años con mi mujer, con Gladys, tengo una hija de 22 años que termina literatura en la Javeriana, ya hay una estabilidad, ya hay un momento en la vida, porque fue una vida tremenda, lo digo en mis novelas, en mis relatos, terrible, terrible.
Conocí los bajos fondos de Bogotá, tú lo sabes porque leíste mi novela “Las puertas del infierno” que trata de los más bajos fondos de Bogotá; mi obra “La muñeca nocturna”, cómo se confiesa una prostituta y cuenta su vida. Pero después de eso, después de dos o tres matrimonios y unas escalas estratégicas, uno logra la estabilidad, ya por madurez, por tolerancia mutua, por muchas cosas.
¿Cuántos matrimonios?
En realidad dos, con Alba, mi primera esposa que inspiró ese poema Alba, que Ana y Jaime musicalizaron hace como 30 años. Tengo dos hijos, Federico, que dirige la agenda cultural del Gimanio Moderno, y Carolina. En mi estirpe samaria reconocemos todos los hijos, pero no han aparecido más.
¿Es o no es arbitraria la poesía?
Eso va en los gustos. Ocurre, uno lo ve con el poema 20 de Neruda. Hay gente que dice, que poema tan bello (es tan corto el amor y es tan largo el olvido). Otros dicen que poema tan cursi, tan ordinario tan...
Se necesita unanimidad para decir el cuadro más bello es La Gioconda de Leonardo Da Vinci, porque La Gioconda es hombre y mujer, es masculino y femenino, es tristeza, es alegría, pero eso es muy difícil. El arte es arbitrario, completamente, por fortuna.
El poeta Díaz Granados, primo de Gabo, defiende a Fidel Castro
Lun, 21/04/2014 - 14:10
Son primos en segundo grado, aunque el poeta José Luis Diaz Granados nunca hizo ostentación del parentesco. Lo menciona ahora, tras la muerte del Nobel García Márquez y en defensa de sus ideas pol