La discusión interna del Partido Verde por la elección de su candidato presidencial no se destraba aún. El choque de opiniones está un su punto más álgido y el consenso parece estar lejos. El debate ya se maneja con señalamientos de autoritarismo de las mayorías y tiranía de las minorías de la colectividad.
Sobre la mesa está la opción de la escisión, una figura consagrada en la ley que consiste en permitir que quienes no estén de acuerdo con el rumbo que se ha tomado dentro de un grupo político puedan formar toldo a parte o irse a otro partido sin incurrir en doble militancia. Sin embargo, las llamadas minorías del partido no están de acuerdo con este planteamiento de autoría de la senadora Angélica Lozano.
En diversas ocasiones congresistas y miembros del partido como Camilo Romero, Inti Asprilla y Katherine Miranda han señalado que el camino debe ser llegar a un consenso de cara a las elecciones de 2022. Por su parte, las personas que hacen las veces de mayoría de la colectividad han declarado que en marzo de este año se decidió cuál sería el camino y que son unos pocos los que quieren cambiar el rumbo.
La intención de algunos congresistas de unir fuerzas con el Pacto Histórico porque consideran que para sacar al uribismo del poder es necesaria la unión de todos los sectores alternativos ha sido uno de los puntos clave del debate y, sobre ese argumento, se está abordando la discusión al interior del partido.
El nuevo capítulo de esta novela lo abrió el exgobernador y precandidato presidencial Camilo Romero, quien a través de su cuenta de Twitter afirmó que las discusiones no se tratan de petrismo o antipetrismo al interior de los verdes, sino de un debate entre lo democrático o autoritario, siendo esto último la apreciación que le da a la propuesta de dividir el partido.
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El mensaje de Romero generó una respuesta de parte de la senadora Lozano, quien reiteró que en decisión unánime el partido definió en marzo la ruta para 2022. Por lo tanto, se preguntó: "¿Es democrático o autoritario implementar o boicotear tal decisión? ¿Es democrático o autoritario que tiranía de minoría interna obstruya?".
Es de señalar que el comunicado al que se refiere Lozano deja muchas dudas en el aire, pues aunque se refiere al camino de 2022, no define fechas para el fortalecimiento de sus precandidaturas, lo cual es la manzana de la discordia, ya que personajes como Romero quieren que se decida cuanto antes el mecanismo para elegir al candidato único.
¿Cuáles son las opciones? La primera de ellas es permanecer en la Coalición de la Esperanza y llevar un candidato a la consulta de marzo de 2022. La segunda alternativa: unirse al Pacto Histórico y la otra es la escisión del partido. Los 1.400 funcionarios electos de la Alianza Verde definirán a través de un mecanismo de consulta interna verificado por la Misión de Observación Electoral (MOE) el rumbo de cara a 2022, y los simpatizantes, vía encuesta auditada, también participarán de la elección.
Sin embargo, ante la crisis que se vive al interior del partido, la representante a la Cámara, Katherine Miranda, sugirió que el camino más sensato es la libertad de los militantes para apoyar el candidato a la presidencia de su preferencia.
"Yo hago un llamado a la no imposición, existe un solo partido construido desde múltiples visiones y sólidos principios. Lo justo es permitir que las bases del verde, en una consulta amplia y abiertamente democrática decidan quiénes deben representarnos en el 2022 para las presidenciales", aseguró Miranda
También recalcó que no es la primera vez que lo han hecho y contó que en el 2015 hubo lista al concejo en Bogotá y los verdes apoyaron a Pardo, Carlos Vicente de Roux y Peñalosa.
Se espera que en los próximos días se sigan evaluando las opciones y mediante un mecanismo democrático se escoja el camino que debe tomar el partido para las elecciones del próximo año.
