A la hora de la llegada de un tercer gato a la familia se deben seguir algunas pautas prácticas ya que esta adaptación puede tomar un tiempo considerable, especialmente si los primeros dos felinos tardaron en tener una convivencia aceptable.
El tiempo que le toma a estas mascotas adaptarse puede ser relativo, existen casos donde se pueden adaptar en el menor tiempo posible, como días o semanas, pero también puede llegar a tardar meses en lograrlo. La idea es hacerlo de una manera diplomática, una manera en la que se respete su naturaleza, actuando con delicadeza y cuidado, siguiendo una serie de pasos las cuales que conocerá a continuación.
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Conocer el carácter de los gatos que habitan en la familia es un paso importante antes de introducir al tercer gato, la relación que tienen, es decir, si han crecido juntos, si son familia, cuál ha sido el comportamiento desde su primer encuentro y si se respetan o todo lo contrario, si se pelean. No es buena idea integrar un tercer minino si la relación entre los primeros dos no ha sido tan amena.
Se debe tener en cuenta que los gatos son mascotas muy territoriales y no son sociales, por eso es normal que se repartan las zonas de la casa generando orina en rincones y creen un problema jerárquico a la hora de un nuevo integrante. Para generar un buen ambiente es adecuado tener una cama para cada uno.
Introducir a la familia a un gato pequeño puede ser la opción más fácil, pues los otros felinos lo empezarán a intimidar porque creen que es una amenaza que posiblemente en un futuro limite su espacio pero esto afortunadamente será por los primeros días y ya después los gatos adultos aceptarán al recién llegado.
De cierta manera los gatos grandes se sentirán acosados por el pequeño que en su momento los buscará para jugar, a lo que ellos responderán con algunos arañazos y golpes los cuales paran al oír maullar el pequeño. Al cabo de los días disminuirán hasta lograr una convivencia aceptable.
La introducción de un felino adulto puede llegar a tener más complicaciones, ya que en algunas ocasiones requiere de veterinarios especializados en etología y la paciencia es fundamental en este proceso si se quiere tener éxito, pues este proceso puede tardar varias semanas. Tener un control de inmunodeficiencias y leucemias felinas es algo importante, especialmente la leucemia que cuenta con una mayor facilidad de contagio.
Es un proceso que se debe realizar lento, así se evitará el estrés de los animales y los enfrentamientos entre ellos, con esto se podrá tener una convivencia armoniosa entre los tres gatos. Una pauta importante es que el nuevo integrante sea del sexo opuesto o este castrado.
Una de las pautas fundamentales es el aislamiento del nuevo felino, tenerlo en una habitación separada es importante debido a que está asustado por haber llegado a un territorio desconocido y aparte está dominado por dos gatos, por esto se debe aislar al gato durante los primeros días para dejar que tome confianza, cuando los gatos residentes huelan y oigan el gato se podrán ir acostumbrando a él.
Presentar frecuentemente al gato en un guacal es un paso para que entre los otros gatos puedan verse y oírse, pueden compartir sin que el otro gato se intimide y así evitar cualquier ataque. Con esto se podrán observar dos cosas, los residentes no le darán mayor importancia y aceptarán lentamente su adaptación a corto plazo o que se generen signos de agresividad.
Dependiendo del resultado del guacal, es hora de tener un acercamiento directo con los demás residentes, la primera vez se puede tomar al gato en los brazos y sostenerlo cerca de los gatos, ellos se acercarán y empezarán a tener algún contacto, el amo deberá ser el mediador si se generan inconvenientes. En el momento que se generen gestos de aceptación, brindarles un premio no estaría de más.
Cuando finalice este encuentro, es indispensable que el gato vuelva a su habitación hasta que los encuentros sean más agradables cada vez. Algunos bufidos se generarán durante la adaptación pero se reducirán con los días pues cada uno volverá a sus rutinas y el nuevo integrante adaptará las suyas. Si todo sale bien, se habrá conseguido la convivencia que se quería y el tercer gato se adaptará con éxito.
En caso de no lograr la adaptación en este tiempo, no es indicado dar un no rotundo al proceso, puesto que como se habló al inicio, es un proceso que tarda demasiado o se cometió un error en alguno de los pasos. Como última opción es recomendable asistirlos con un etólogo felino con el fin de evaluar la situación y crear una solución.