La tenista japonesa Naomi Osaka se consagró, este sábado, campeona del Abierto de Australia, tras derrotar a la estadounidense Jennifer Brady en sets corridos. La actual número tres de la clasificación de la Asociación de Tenis Femenino (WTA, por su sigla en inglés) se impuso por 6-4 y 6-3 en la final del primer Grand Slam del año.
- No se pierda: Así avanza el Plan Nacional de Vacunación contra el covid-19
- Lea también: Luisa Castro se llevó tremendo susto enseñando su nueva casa
El partido que se disputó en la Arena Rod Laver del Melbourne Park tuvo una duración de una hora y 15 minutos.
Osaka obtuvo su cuarto título de Grand Slam, en igual cantidad de finales disputadas. La japonesa de 23 años es también la actual campeona del Abierto de Estados Unidos (2020) y a partir del próximo lunes ocupará el segundo puesto del escalafón WTA.
Este es la segunda vez que Osaka levanta el trofeo en Melbourne. La primera fue en 2019 cuando venció a la checa Petra Kvitová.
La tenista japonesa debutó como ganadora de un Grand Slam en el Abierto de Estados Unidos de 2018. En aquella ocasión se enfrentó en el partido definitivo a Serena Williams, ganadora de 23 títulos individuales en torneos Grand Slam (récord de la era abierta del tenis) y quien ha ostentado la primera posición del circuito femenino durante 319 semanas.
- Le puede interesar: Luisa Fernanda W bailó al ritmo de 'Chanel' pero no le fue bien
Osaka es la primera jugadora asiática en ganar alguno de los cuatros torneos mayores del circuito (Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon, Abierto de Estados Unidos) y desde el 2018 ha sido campeona de uno cada año.
La figura de Osaka adquirió mayor relevancia pública durante el último abierto estadounidense, en el contexto del movimiento ‘Black Lives Matter’.
La tenista que vive en Nueva York (EEUU), desde los tres años, manifestó su rechazo a la violencia policial contra la comunidad afroamericana en el país y en cada partido de ese certamen en 2020 lució un nombre diferente de una víctima.
Además, la nacida en Osaka (Japón) renunció a la ciudadanía estadounidense cuando alcanzó la mayoría de edad, debido a que la ley japonesa no permite la doble nacionalidad.