30 años después del asesinato de Nancy Mestre, su historia sigue resonando en Colombia. Un crimen que conmocionó a la sociedad por su brutalidad y la búsqueda incesante de justicia por parte de su padre, Martín Mestre.
Nancy era una joven de 18 años, estudiante de bachillerato y con un futuro brillante por delante. Era alegre, estudiosa, amante de la lectura y soñaba con viajar a Estados Unidos para continuar su educación. El 31 de diciembre de 1993, su vida se vio truncada de forma abrupta.
Todo sucedió cuando la joven de 18 años pidió permiso a sus padres para que la dejaran salir con Jaime Saade, un hombre que casi le doblaba la edad, a celebrar las fiestas de año nuevo en la noche del 31 de diciembre de 1993.
Los padres de Nancy aceptaron con la única condición de que Jaime la trajera de vuelta a casa a las 3:00 a.m. Eso nunca sucedió. Al día siguiente comenzó el verdadero infierno para la familia Mestre: Nancy, que acababa de culminar sus estudios de bachillerato, se encontraba inconsciente en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica del Caribe. La joven recibió un disparo en la cabeza y tenía varios signos de tortura.
Los esfuerzos médicos fueron insuficientes, Nancy murió ocho días después, un 9 de enero de 1994.
Saade, antes de fugarse, dijo que la joven había tratado de suicidarse. Sin embargo, las investigaciones determinaron que ese día la mujer fue violada, torturada y después asesinada., siendo condenado por un Juez Penal del Circuito de Barranquilla.
Fue entonces cuando Martín Mestre, padre de Nancy, se embarcó en una búsqueda incansable de justicia. Durante 30 años, recorrió diferentes países, recopiló pruebas y presionó a las autoridades para que no se olvidara el caso.
Hasta que en el 2020, Ricardo Alarcón, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla (Atlántico), entregó más detalles de la operación que logró, después de 26 años, dar con el paradero de Jaime Saade Cormane, violador y asesino de la joven Nancy Mestre. El hombre de 57 años fue capturado en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil.
Alarcón señaló que al momento de su captura Saade se identificó como Henrique Dos Santos Abdala, por lo que se le imputó cargos por falsedad en documento público en Brasil.
Explicó que el asesino cayó en las manos de las autoridades a partir de unas huellas obtenidas de un vaso en febrero de 2019.
"Saade se estaba desempeñando en Brasil como médico. Ya tenía una vida allá, es casado y tiene dos hijos (...) Logramos la identificación a través de unas huellas que fueron dejadas en un vaso. Así fue como logramos establecer su identidad", indicó.
Sin embargo, aunque las autoridades brasileras realizaron la captura del hombre, fue puesto en libertad tras ser negada la orden de extradición interpuesta por el gobierno colombiano.
No fue hasta el 2023, después de que se emitiera una circular roja de la Interpol, que las autoridades brasileras lograron hacer nuevamente la captura de Saade, quien inició el proceso de extradición a Colombia que se completó en la mañana de este jueves 11 de abril.
