Juan Espinal

Abogado de la Universidad Católica Luis Amigó,  Especialista en Derecho Administrativo y Especialista en Gerencia Pública de la Universidad Pontificia Bolivariana. Inició su vida laboral vinculado al sector público, en el Concejo de Medellín, Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Medellín; además, se ha desempeñado como asesor del Director General de CORANTIOQUIA, entre otros. Representante a la Cámara por Antioquia desde 2018.

 

Juan Espinal

Abramos el debate sobre energía nuclear

Colombia es uno de los países con la Matriz Energética de las más limpias a nivel mundial, incluso la Transición Energética avanzaba de manera ágil hasta que llegó el Gobierno del Presidente Petro, que lamentablemente poco han entendido que para poder avanzar se debe construir sobre lo construido. El Gobierno del presidente Duque, bajo el liderazgo del Ministro de Minas y Energía Diego Mesa trazaron la hoja de ruta de la Transición Energética estableciendo metas y retos para lograr avanzar en esta apuesta mundial que tiene dos propósitos ambiciosos, al 2023 reducción del 51% de los gases de efecto invernadero (GEI), y al 2050 la carbo neutralidad.

Sin duda para garantizar la Seguridad Energética del País, necesitamos de todas las fuentes generadoras, pero es paradójico que el Gobierno Petro que pretende acabar con el Carbón y debilitar la producción del Gas, ni del los efectos de del fenómeno del niño que casi nos lleva a un apagón y que se evitó por las generadoras térmicas que funcionan con carbón y gas, aprendió.  

Existe una fuente generadora de energía que quizás puede estar tan estigmatizada como el Fracking, la Energía Nuclear; pero se hace urgente abrir el debate técnico y científico en Colombia cuando podríamos estar al borde de una era energética revolucionaria con la adopción de este tipo de energía. Se ha estado trabajando en una iniciativa de proyecto de ley sobre Seguridad Nuclear y Protección Radiológica, buscando establecer un futuro energético seguro y robusto, con compromiso político transversal, de la mano de sectores como la energía, salud y agricultura que han colaborado en la discusión sobre el potencial de la energía nuclear.

La energía nuclear promete electricidad continua y sostenible, clave contra los desafíos climáticos del siglo XXI. La agenda global de Cambio climático convoca a los mandatos a tomar decisiones retadoras, toda vez que amenaza con alterar la capacidad de generación de hidroeléctricas, base del sistema energético colombiano. Las energías solar y eólica, aunque sostenibles, son intermitentes y no aseguran un suministro constante, la inclusión de la energía nuclear diversificaría y fortalecería la matriz energética colombiana frente a futuros desafíos.

La UPME proyecta la generación de hasta 1800 MW por energía nuclear para 2038. Desde 1965, Colombia opera el reactor nuclear IAN-R1, demostrando experiencia en el manejo del uranio, la Cooperación internacional, como la del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), es clave para el desarrollo nuclear. Si bien es claro que la transición nuclear es compleja, requiere tiempo, inversión y consenso nacional. Esta discusión trasciende lo académico y económico; es de relevancia nacional, de la mano del sector privado quien juega un rol crucial, especialmente en el desarrollo tecnológico y la creación de empleo cualificado.

La energía nuclear se considera una realidad en construcción en Colombia, necesitando del apoyo y comprensión de todos los sectores. La adopción de este energético representa un compromiso con el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático. Los reactores nucleares modulares (SMR) ofrecen posibilidades de electricidad y desalinización en zonas no interconectadas. A nivel global, más de 440 reactores generan cerca del 10% de la electricidad mundial, destacando la seguridad nuclear; para adoptar reactores de alta potencia, Colombia necesita inversión, formación y regulación sólida.

La ley nuclear en Colombia buscaría promover aplicaciones avanzadas en salud, medioambiente y seguridad alimentaria, se enfatiza la seguridad, protegiendo trabajadores, ciudadanos y medio ambiente. La ley nuclear contribuirá a la economía, generando empleo y aumentando la competitividad en el mercado internacional. Las plantas nucleares son consideradas seguras y eficientes, con soluciones para el manejo de residuos radiactivos, es una gran oportunidad para lograr la Transición Energética, puede garantizar la seguridad energética, cumplir con compromisos de cambio climático y es crucial para el comercio exterior, especialmente en la descontaminación de alimentos para la exportación, la irradiación con rayos gamma facilitaría el comercio exterior ayudando en la conservación de semillas ante crisis climáticas.

Llegó el momento de dar el debate técnico y científico de la Energía Nuclear en Colombia, bajo el liderazgo de expertos como Camilo Prieto, la academia, el sector privado, público.

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