El Jibarito recorrió las armonías y melodías de los boleros, las guarachas, las danzas y hasta las notas de los himnos y zarzuelas, en las más de tres mil composiciones y casi cinco décadas de carrera. Se inspiró en el amor, su país, Puerto Rico, y en la mujer.
Su abuela materna fue su primer apoyo y quien lo incitó a la música desde niño. Ella le aconsejó que estudiara música. Con el tiempo aprendió a tocar piano, guitarra, violín, trompeta, trombón y bombardino. Su primera participación como profesional fue en la Orquesta Municipal de San Juan de Puerto Rico, siendo todavía un adolescente. A los 21 años compuso su primera canción, María y Victoria.
Fue reclutado para la segunda guerra mundial, pero gracias a su talento musical ingresó a la banda militar. Salió del Ejército y se instaló en Nueva York, donde conoció a los músicos, Luís Llorens Torres y Pedro Flores, quienes enriquecieron su formación artística. Al poco tiempo viajó a Cuba y dirigió la Orquesta del Teatro Fausto.
Fundó en Nueva York el Trío Borinquen, el mejor de la época, en 1927. Su paso por el grupo dejó éxitos como Me la pagarás, Payaso, Adiós para siempre y Estrella. Fue un músico nómada. Durante su carrera vivió entre Cuba, Puerto Rico, Estados Unidos y México, fue allí donde conoció a María Pérez, su esposa, con quien tuvo seis hijos. Además, estudió en el Conservatorio Nacional de México armonía, composición y contrapunto.
El compositor de boleros y guarachas nació el 24 de octubre de 1891, en Aguadilla, una ciudad costera de Puerto Rico. Llegó a todos los rincones de América con canciones como El cumbanchero, Campanitas de cristal y Lamento Borincano. Rafael Hernández murió el 11 de diciembre de 1965, a los 74 años. Y como siempre lo dijo “Hasta siempre, mis jíbaros”.
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Rafael Hernández Marín
Mar, 11/12/2012 - 05:30
El Jibarito recorrió las armonías y melodías de los boleros, las guarachas, las danzas y hasta las notas de los himnos y zarzuelas, en las más de tres mil composiciones y casi cinco décadas de ca