El ciclista Michele Scarponi fue uno de los más queridos del pelotón internacional, no solo por su personalidad con el público, sino porque era común verlo entre los primeros para debatir las etapas de montaña en las carreras ciclísticas. Por eso su partida, hace exactamente dos años, dejó al mundo afligido por el deseo frustrado de verlo correr de nuevo.
Ya quedaban pocos años como profesional para el corredor, habían pasado 30 años desde el día que su papá una bicicleta Bianchi con la que empezó a recorrer las calles y carreteras de su natal Ancona a los ocho años. Según dijo en su biografía, le gustaba la sensación de poder alejarse y conocer territorios en su bicicleta.
Después, viendo su emoción por el velocípedo, los padres decidieron inscribirlo en el Pieralisi de Jesi, un equipo de ciclismo local, en el que empezó una travesía sin final. Mostró desde ese momento una capacidad sobre la bicicleta que lo haría uno de los grandes del ciclismo. Ganó carreras juveniles y luego pasó al pelotón profesional.
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Pasó del Pieralisi a ZALF, hasta que fue patrocinado por una compañía de jabones Santoni que finalmente lo acarreó hasta convertirlo en profesional desde el año 2002. Un año antes ya había logrado ser el primero de los italianos en el campeonato de la hora mundial de Lisboa de 2001.
Michele Scarponi también se vio envuelto en un caso de dopaje en 2007, cuando fue suspendido durante 18 meses, resultó envuelto en la Operación Puerto que terminó convirtiéndose en uno de los casos más grandes del ciclismo mundial.
Así llegó a acumular un palmarés digno de su esfuerzo. En 2009 ganó la Tirreno Adirático más una etapa y dos etapas del Giro de Italia; en el 2010 repitió una etapa en ambas competencias; el 2011 se convirtió en su mejor año, ganó el Giro del Trentino, la Volta a Cataluña y el Giro de Italia con la clasificación por puntos. Ganó la 'Maglia Rosa' luego de que Alberto Contador fuera descalificado por un caso de dopaje. En 2010, 2012 y 2013 estuvo de cuarto en esa competencia.
A pesar de su fama, Michele Scarponi nunca dejó de vivir en su pueblo natal Filottrano, a donde asistía con frecuencia y se había convertido en todo un héroe. Lo seguían y lo saludaban al verlo entrenar por carretera y los jóvenes se apostaban en frente de la barbería de Francesco que estaba decorada con sus victorias.
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En sus entrenamientos se hizo popular una guacamaya que solía acompañarlo sobrevolando a su lado o parado sobre el hombro o el casco del ciclista. Era un ave con plumaje del mismo color de su último equipo, el Astana Pro, al que se vinculó en 2014, y que se convirtió en un amigo fiel.
Fue ese mismo animal el que se quedó parado en el lugar donde pereció el ciclista, esperando que Michele Scarponi volviera a pasar, como cientos de aficionados al ciclismo, montado en su bicicleta, luego del fatídico 22 de abril de 2017 cuando un camión desprevenido arrolló al pedalista en la Vía de la Industria de su natal Filottrano.
Michele Scarponi había acabado de ganar una etapa en el Tour de Los Alpes y se preparaba para un retiro triunfal a sus 38 años, como líder del Giro de 2017 en reemplazo del lesionado Fabio Aru, cuando se convirtió en una más de las víctimas de accidentes de tránsito en las carreteras del mundo. Todas las carreras le rindieron homenaje y aún en las carreteras del Giro de Italia se ve su nombre escrito sobre el trazado.
Dos años de la muerte de Michele Scarponi
Lun, 22/04/2019 - 13:56
El ciclista Michele Scarponi fue uno de los más queridos del pelotón internacional, no solo por su personalidad con el público, sino porque era común verlo entre los primeros para debatir las etap