Por estos días se han suscitado – como siempre- en la sociedad diversas lecturas, posturas y “análisis” de lo acontecido en el restaurante Andrés Carne de Res, en Colombia. Mi lectura es de total indignación como mujer por varias cosas que expondré a continuación, pero además como profesional, pues como Comunicadora Social, periodista y organizacional creo que a Andrés Jaramillo, dueño de éste restaurante, le faltó entrenarse o manejar el asunto comunicativamente hablando mucho mejor.
Primero irán mis indignaciones como mujer, que valga la aclaración no son sólo contra Andrés Jaramillo ni contra su restaurante – pese a que no como carne-, así que la idea tampoco es incitar a un posible cierre del mismo, como lo he visto por ahí de propuesta.
Cuando escuche la noticia de la posible violación de una niña en dicho establecimiento, sin duda alguna, y como siempre hubo un manejo sensacionalista y desdibujado del asunto por parte de los medios de comunicación. Pero eso no me indigna, pues eso es costumbre de los medios, lo que pasa es que entre ires y venires la sociedad o se acostumbra y no dice nada o sólo habla de los temas que les interesa.
Sin embargo y “gracias” a esas entrevistas dadas por Andrés Jaramillo, pues me indigne. No pude soportar escuchar que este hombre dijera “Estudiemos qué pasa con una niña de 20 años que llega con sus amigas, que es dejada por su padre a la buena de Dios. Llega vestida con un sobretodo y debajo tiene una minifalda, pues a qué está jugando”. Yo la verdad no sé a qué está jugando, quizás se siente cómoda, quizás le gusta, quizás se ve más linda, quizás quiere estar a la moda, que se yo. Pero dentro de un país con “libertad de expresión” pues ella es libre de vestirse como quiera y eso no da pie para que un hombre piense que por andar vestida así, está jugando a que la violen, a que la maltraten, a que la abusen, a que la insulten.
Desafortunadas, sin duda alguna las declaraciones de este personaje, además público que debe velar por la buena imagen suya y de su restaurante.
Es cierto que cada mujer debe cuidarse, estar atenta a su integridad, si va con amigas “Echarles un ojito” pero la falda no es el problema, el trago no es el problema, como vaya vestida no es el problema, el problema es que se siguen reproduciendo estereotipos, que si esta tapadita no le va a pasar nada o que si esta con minifalda es que se lo buscó y así no es.
Los paradigmas machistas siguen reproduciéndose en nuestra sociedad y culturalmente los seguimos aceptando, no se cuestionan, ni se buscan métodos para re construirlos, la más reciente encuesta bienal de cultura del observatorio de culturas de Bogotá, señala que cuatro de cada diez ciudadanos está de acuerdo con que “una educación adecuada para las niñas es la que da preferencia al desarrollo de sus roles de madre y esposa” y está muy bien para las que desean eso como proyecto de vida, pero las que no lo hacen, no quiere decir que tengan una mala educación o que no sean igual de importantes que otras mujeres.
Entonces es importante dejar de justificar lo que se dice, es importante tener cuidado especial con lo que se dice, las mujeres seguimos siendo botín de guerra, seguimos siendo las más afectadas por el conflicto armado interno, solamente para 2012, el 83% de las víctimas de violencia de pareja fueron mujeres, en varios casos los agresores fueron ex – parejas. A su vez, la violencia de pareja representó el 65% de la violencia intrafamiliar en el país y el 66% de la violencia intrafamiliar se da en Bogotá, según datos de Medicina Legal.
La violencia contra las mujeres sigue en aumento y éste caso sólo representa uno de miles que suceden a diario de diversas formas. No sólo el maltrato físico es la actual arma que se empuña contra las mujeres, la poca oportunidad e igualdad laboral, la poca posibilidad de participar en política o la nula participación en la mesa de negociación de paz en la Habana, son otras formas culturales y machistas, que demuestran como el irrespeto y el abuso contra la mujer continua siendo pan de cada día en nuestra sociedad.
La cuestión no es culpar a Andrés Jaramillo, ni tampoco eximirlo de su responsabilidad al dar el tipo de declaraciones que dio. Que a mi modo de ver están un poco permeadas por una “mojigatería” que no debería venir al caso. La cuestión es cómo empezamos a cambiar nuestro lenguaje, para que sea más incluyente. Cómo comenzamos a pensar diferente dentro de una sociedad que cada vez se hace más diversa, cómo dejamos de justificar actos que duelen y destruyen el tejido social y que hacen que olvidemos la solidaridad con el otro.
Así, que nada justifica el maltrato – de ningún tipo- contra las mujeres. Afortunado lo que sucede con el señor Jaramillo, pues permitió que la gente se cuestionará – sin importar su lectura del asunto- frente a un tema que aqueja muchas mujeres, muchas familias y al que la sociedad en su conjunto se ha hecho la de los oídos sordos y no ha querido discutir. Afortunado también, porque permitirá entonces que las mujeres que por mucho tiempo han luchado por sus derechos y han reivindicado su ser como mujeres, lo sigan haciendo y tengan más ganas y razones para continuar por este andar. Afortunado!
En materia comunicativa, señor Andrés Jaramillo, gracias por la solidaridad expresada en su comunicado, gracias por ayudar a las autoridades para que investiguen y para usted todo hubiera estado un poco menos "bochornoso" de haber manejado la situación con su equipo de comunicaciones, hubieran pensado qué decir y cómo decirlo y así posteriormente haber salido a dar declaraciones, a esos medios que no se le olvide aún buscan la “chiva” donde no la hay y son “carroñeros” por naturaleza. No puedo esperar cuando se conozcan los resultados de la investigación, si la niña se inventó todo, pues los medios caerán como hienas y si Andrés Carne de res tiene grado de culpabilidad también estarán ahí. Así que por favor, comunicativamente hay que manejar mejor el asunto.
Por favor! Es un llamado a no seguir justificando lo que pasa en nuestra sociedad. O vamos a seguir con el cuento o la tesis que sostiene el Movimiento Machista en Colombia “El machismo es el ordenamiento natural de las sociedades” o “Se necesita un hombre que Gobierne y una mujer que haga caso”. Ahí queda la perlita!
Más allá de Andrés Jaramillo y el Caso Andrés Carne de Res
Mié, 13/11/2013 - 10:26
Por estos días se han suscitado – como siempre- en la sociedad diversas lecturas, posturas y “análisis” de lo acontecido en el restaurante Andrés Carne de Res, en Colombia. Mi lectura es de