
Bogotá tiene de todo, incluso los mejores sitios de rumba para todos los gustos.
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Puede usted provenir del interior, de las costas o del extranjero; la capital de Colombia tiene oferta para calmar sus antojos de fiesta, por si hoy decidiera ir a parrandear con vallenato, mostrar sus dotes bailando salsa, o acaso rendirse ante la sensualidad del reggaetón, e incluso cantar a grito herido los clásicos del rock y reggae de siempre. Descubra la siguiente selección de Bogotá y anímese a escaparse una noche
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Una noche en el templo de la rumba vallenata
Matildelina hizo del género una cultura. Una gran dosis de buenos clásicos y nuevas melodías con sonido digital, lluvia de luces, show en vivo que iguala a los grandes conciertos del género, y un ambiente alegre y parrandero es lo que tiene para ofrecer Matildelina, el mejor sitio de rumba vallenata en #LaBogotáQueYoQuiero.
Es un espacio inmenso con dos plantas, diseñado centímetro a centímetro para hacer real la cultura vallenata.
Está adornado en sus paredes con nueve palcos dedicados a los grandes juglares vallenatos; el más grande en honor al Cacique de La Junta, el preferido de Ciro Villazón, el creador de la casa del vallenato. El templo de Diomedes está amoblado con sofás y es el sitio más exclusivo de la discoteca.
En el primer piso, y la mayor parte del segundo, las mesas son de palo y las sillas hechas con algarrobillo, elaborados en Valledupar. También se encuentran en las paredes de la entrada texturas con motivos wayúu y arhuacos, pueblos indígenas nativos de Costa Caribe. De hecho, la reverencia a estos resguardos también se ve en la vestimenta de las meseras, que recuerdan a las indígenas wayúu, y los meseros a los aborígenes arhuacos.
El techo del sitio está cuidadosamente decorado con hojas y ramas del infaltable palo de mango, en la cultura y tradición costeña.
En la mitad de la discoteca se ubica el retablo donde los grupos y artistas invitados hacen estremecer los timbales, el acordeón, las guacharacas y demás instrumentos los jueves, viernes y sábados.
Allí además está ubicada la pantalla Led de tres por cinco metros donde se proyectan los videos musicales de moda, así como los 20 robots móviles de iluminación y los diez mega bafles de sonido digital.
En frente de este palco, donde se ubican los artistas, se encuentra un estudio de grabación, Matildelina Records, capaz de reproducir en sonido digital el concierto en vivo y en directo, según relató Villazón.
En la segunda mitad del año se espera que se realice allí la primera producción musical de Los Hijos de Matildelina, la banda local que tiene por lo menos una presentación por semana en la discoteca.
Ciro Villazón también le reveló a Kienyke.com que en los próximos meses inaugurarán la tienda al interior de la discoteca, donde venderán accesorios de vallenato, mochilas, sombreros y discos.
Los shows principales tienen lugar hacia las 8 o 9 de la noche, y el resto de la rumba es programada por ‘King Kong’, el dj de la discoteca, quien ha tenido una formación de cuatro meses, y quien pone a rumbear a cientos de jóvenes con un 50% de música vallenata, aunque también hace sonar salsita bien seleccionada, merengue y una pequeña tanda de electrónica.
Sin embargo, aproximadamente suena cada hora una canción clásica de Diomedes Díaz, momento en que se suben los ánimos, el público tararea la canción y toda la euforia vallenata se manifiesta en su máxima expresión.
Según indicó Ciro, la mayoría de los rumberos de la casa del vallenato, como él mismo la llama, son rolos o de otras regiones como paisas, aunque siempre hacen buena presencia los costeños. Es curioso ver que en casi todas las mesas se toma Whiskey mientras se baila, se grita y se goza.
Hacia las dos de la mañana se rinde un homenaje a los grandes clásicos del vallenato, y a las tres de la mañana no se permite el ingreso de más personas, rematando la última parte de la rumba que va hasta las cinco.
Una sobredosis de reggae
Desde el 2006 Def Jamaica pone a bailar al sur de #LaBogotáQueYoQuiero con su reggae, dancehall y champeta. Los seguidores del género lo frecuentan, especialmente quienes viven en Castilla, Kennedy, Villa del Río, Madelena, Perdomo y Bosa.
Miguel Ángel Pinzón es un diseñador gráfico y DJ, más conocido como ‘Dj Mike Style’, integrante del El Freaky. Él decidió abrir un bar de reggae, “debido al gusto por la música que compartía con mis hermanos y amigos cercanos. También por la necesidad de tener un espacio propio donde poder tocar como dj cada fin de semana, ya que años atrás eran escasos los lugares donde tocar y poder escuchar estos géneros musicales (reggae, dancehall, hip hop)" indica.
"Toda la vida he vivido acá y siempre he creído que estos espacios son necesarios en todas las partes, tanto en la ciudad como en los municipios cercanos como Soacha" afirma ‘Dj Mike’.
Def Jamaica se caracteriza por apoyar la música y los artistas colombianos; han logrado construir un espacio para las bandas, mc's (hace sus propias canciones y freestyle), dj's y músicos en el sur de la ciudad de Bogotá y del municipio de Soacha. Los artistas y agrupaciones que han pasado por el bar son Big Mancilla, Systema Solar, Los Petit Fellas, Hety & Zambo, Rayo y Tobi, ALI aka Mind, Aerophon Crew, Lianna, Kevin Florez, Jiggy Drama entre otros.
La fiesta más caliente de Bogotá
Sugestiva, provocadora, sensual, atrevida. Así luce ella cada vez que se acerca la hora de su fiesta. Solo la hace una vez al año. Se ufana de organizar la “fiesta más caliente de la ciudad”.
“Soy la reina del ‘perreo’, la reina del ‘sandungueo’, la reina de la alegría en Bogotá”, dice. Luego, con sus dientes blancos y grandes se muerde el índice derecho; el dedo queda pintado con un rojo intenso, el color de su labial.
Ella es ‘Suelta Como Gabete Gabete’, un personaje de ficción creado por Jimmy Pérez y Juliana Flórez para darle rostro a la fiesta de reggaetón más grande que se hace en #LaBogotáQueYoQuiero.
La fiesta lleva el mismo nombre del personaje. ¿Por qué dice que es la fiesta más caliente?, le preguntó KienyKe.com a Jimmy Pérez.
“Porque es el espacio perfecto para ser como quieras ser, sin tapujos, inhibiciones, radicalismos ni ataduras” y al mejor estilo de ‘Qué pasó ayer’, esa película de Hollywood que cuenta la historia de una descontrolada fiesta en Las Vegas, “lo que pasa en Suelta, se queda en Suelta”, dice Juliana Flórez, la otra organizadora del evento.
La primera versión de la fiesta fue hace cinco años, en Candelario Bar, ubicado en el centro histórico de Bogotá. Esa vez, 25 personas se dieron cita para dejarse llevar por un ritmo musical que genera amores y odios, quizá más odios.
Gracias a Hernán Jiménez, propietario de Candelario, esta locura se hizo realidad, conquistando escenarios como el teatro Metro, Metropol, Theatrón, Royal Center entre otros, logrando grandes aforos.
Para la fiesta de este año, el próximo 15 de mayo, se espera que asistan unas tres mil personas.
“No es necesaria la presencia de un artista; el suceso de la fiesta lo hace la música, en cada edición nuestro dj residente Sir Philis pone a sonar los clásicos de reggaetón, cosa que nunca pasa en otro lugar que no sea en la única fiesta de reggaetón de Colombia”, dijo a KienyKe.com Jimmy Pérez.
¿Hay mucho descontrol? Pérez sonríe. Es su forma de reconocer que la gente que asiste se desinhibe. “Pero es muy sana. Buscamos que haya mucha seguridad para que la gente pueda gozarse la fiesta al máximo”.
“Los encargados de calentar el escenario son el grupo de baile ‘El Escuadrón Caliente’, quienes siempre dejan con la boca abierta a quienes asisten a la fiesta con sus coreografías exóticas, alucinantes, calientes”, agrega Pérez.
Cada año la fiesta tiene una temática, la misma se la da un nombre de una canción de reggaetón. En esta oportunidad, la fiesta se titula ‘Noche de Entierro’. “Los asistentes están invitados a vivir una noche de luto sensual”. Toda la información de este evento aquí.
¡A rockear!
Hablar de bares de rock en #LaBogotáQueYoQuiero no se puede hacer sin mencionar en primer lugar a Abbott & Costello, uno de los más importantes de este género.
Este año el lugar fundado por 'El loco' Jairo García, un hombre que falleció hace dos años a causa de un cáncer pulmonar, cumple 30 años.
'Abbott' a secas, como lo llaman muchos de sus clientes, siempre ha estado en la calle 65 entre Caracas y carrera 13, en la localidad de Chapinero.
Este emblemático lugar es y ha sido un referente para tomar cerveza mientras se escuchan las bandas clásicas del rock and roll, metal, heavy, thrash, y el rock alternativo, entre otros géneros.
Abbott & Costello es un sitio que poco a poco hizo una clientela y un estilo único en Bogotá. No hay un solo rockero clásico que no se haya embriagado en este lugar en el que la madera es la base de su decoración y mobiliario.
La historia de 'Abbott' es sencilla. Lo crea Jairo, a quien le decían 'El loco' o 'El flaco'; un hombre que estudió hotelería y turismo, pero que en vez de ejercer, decidió darle alas a su sueños de tener un bar de rock.
Con ayuda de su familia, en 1985 creó Abbott & Costello. El sitio empezó siendo restaurante de día y bar de noche. El nombre de este lugar lo tomaron de Abbott and Costello, una comedia norteamericana del siglo pasado.
Las rumbas temáticas son clásicas; las fiestas de Hallowen, las de fin de año y los aniversarios del bar son poderosas rumbas rockeras, a ‘full’ sonido y euforia.
Aunque la mayoría de la música que colocan en este bar es digital, acompañada de su respectivo video, también suenan algunos acetatos; discos que hacen parte de los miles de temas que custodian como tesoro.
Por otro lado también el rock suena en Ozzy Bar. Su nombre hace referencia a una de las leyendas vivientes más importantes de la escena rockera de todos los tiempos: el gran Ozzy Osbourne, formador de la banda Black Sabbath, a la que se le atribuye como pionera del heavy metal.
Ozzy Bar es otro de los lugares emblemáticos de Bogotá en cuanto a bares de rock se habla. Lleva más de 18 años de creación. Además es, casi desde su creación, un espacio para ver de cerca algunas de las mejores bandas de rock, tanto locales como extranjeras.
Publicaciones especializadas en rock lo han calificado en varias oportunidades como el mejor bar de la ciudad. En la tarima de Ozzy se han presentado La Derecha, Neurosis, Kraken, Darkness, Alerta Kamarada, The Mills, Black Cat Bone, la uruguaya No te va gustar, la chilena Sinergia, la argentina Mr Mojo, entre muchas más. La lista es larga.
Ozzy bar también apoya las nuevas agrupaciones rockeras para que sean escuchadas y muestren su calidad artística.
Este lugar arrancó en 1997 en un pequeño espacio en la localidad de Fontibón. Fue creado por Andrés García, soldador de oficio, quien quería un lugar para escuchar su música preferida acompañado por su grupo de amigos. A pulso, después de casi dos décadas y de haberse trasteado como unas siete veces de sitio, logró no solo el espacio que quería, sino que consolidó uno de los mejores bares de Bogotá, que hoy está ubicado sobre la avenida Boyacá con calle 64. Este lugar recibe unas 250 personas cada fin de semana. Cuando hace conciertos, ingresan a sus instalaciones unas 350.
El son de la salsa en Bogotá
Desde hace 30 años Galería Café Libro abrió sus puertas a los amantes de la música, el arte, la gastronomía y el baile.
Tiene tres sedes en la ciudad de Bogotá, cada una con una oferta diferente. Pero la buena música siempre es protagonista. Sus visitantes pueden disfrutar de una selección de salsa, jazz latino y música Caribe. Los fanáticos del lugar pueden convertirse en socios y obtener descuentos.
En el Parque de la 93, uno de los epicentros de las rumbas en #LaBogotáQueYoQuiero, se puede disfrutar de buena música en vivo y tener una agradable tertulia con amigos. El lugar cuenta con dos pistas de baile, dos escenarios, dos pantallas gigantes y adecuado espacio para exposiciones de arte.
El bar ofrece todos los licores y ricos cocteles con y sin alcohol. En el restaurante hay una gran variedad de carnes, picadas y bocadillos. (Horarios del restaurante de 12 del mediodía a de la tarde. Horarios del bar miércoles y jueves: 6 de la tarde a 3 de la mañana y los viernes y sábados de 6 de la tarde a 5 de la mañana)
La primera sede de Galería Café Libro que abrió al público está ubicada en el barrio Palermo. La música clásica antillana y la buena salsa suenan gracias un grupo de disc jockeys especializados.
Acá se congregan los socios del club los viernes y sábados. El sábado también se presentan agrupaciones musicales.
Finalmente está en Salón Café Bohemia, ubicado en la Transversal 15 B 46-32. Se trata del escenario perfecto para tener una tertulia. Allí se celebran los jueves los cumpleaños de los socios.
Galería Café Libro, en su oferta musical, tiene a las mejores orquestas y escuelas reales de la salsa de lugares emblemáticos del ritmo como Puerto Rico, Nueva York Cuba, Venezuela y Colombia.





