En días recientes un texto publicado en The New York Times se preguntaba qué era lo que pretendía ser la plataforma de streaming digital Netflix.
Mencionaba: “¿Acaso es más similar a una plataforma de videos online, como YouTube? ¿A una cadena de televisión, como la NBC? ¿A un canal, como HBO?”.
Para la experta en innovación empresarial y consultora española Carmen Goytre, de visita en Colombia, es el ejemplo perfecto y “fantástico” de la innovación disruptiva.
Más allá de convertirse en un gigante que modificó la forma de consumir productos audiovisuales, Netflix es la muestra de que la innovación en empresas parte de conceptos sencillos y asume la demanda de los usuarios como propia, añade Goytre en entrevista con la Agencia Anadolu.
Para la consultora española, la disrupción es cuando una empresa no solo llega a un mercado y empieza a competir fuertemente en él, especialmente al solucionar las demandas de los usuarios, sino también cuando cambia los formatos del producto y termina por tomarse el mercado completamente.
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En The New York Times la reflexión sobre Netflix surge a partir de sus “disrupciones”, que reactivan el mercado constantemente. Su movida más reciente fue contratar reconocidos productores de la televisión por cable, los estadounidenses Ryan Murphy, creador de las series “Glee” y “American Horror Story”, y Shonda Rhimes, también creadora de exitosos shows como Grey’s Anatomy y Scandal.
La movida precede otras audaces acciones de la compañía. Netflix se formó con la compra de derechos para transmitir vía streaming películas, posteriormente resucitó antiguas series exitosas de otras cadenas de televisión y, más recientemente, se convirtió también en una productora de contenidos audiovisuales. Sobresalen la prestigiosa serie “House of Cards” o la película “Bright”.
Para el diario estadounidense la marca Netflix es sinónimo de “cosas que a usted le gusta ver en la televisión. Una plataforma para todos, pero lo hace al brindar productos para gustos muy específicos”. The New York Times se sirve de una metáfora basada en su serie de culto “Stranger Things”. En ese sentido, Netflix sería “una especie de dimensión alternativa de televisión, al revestir y duplicar el mundo conocido, que intenta adquirir un ejemplar de cada cosa que existe en el universo televisivo…”.
Para Carmen Goytre la fórmula funciona. Actualmente cuenta con más de 117 millones de suscriptores en el mundo. La mayor parte del crecimiento proviene de fuera de Estados Unidos, donde Netflix se estableció como un servicio de televisión global que en sus orígenes pretendió ser una respuesta a la ya desaparecida cadena de renta de videos Blockbuster.
Netflix vs Blockbuster
El servicio de Blockbuster consistía en que los usuarios debían devolver las películas alquiladas en un plazo no mayor a 48 horas, so pena de una multa; una limitante para el fundador y director ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, quien decidió crear una empresa propia que funcionara de manera totalmente diferente, según Goytre.
Hastings inició el servicio y empezó a competir con Blockbuster. En pleno apogeo de la rivalidad, Goytre expuso las cifras de ingresos que se dieron en ambas compañías. Mientras en el 2004 Blockbuster tenía USD 6 mil millones de ingresos, hasta descender a la bancarrota en 2010, en el mismo periodo Netflix iniciaba su ascenso hasta alcanzar los USD 2 mil millones en 2010.
En febrero de este año, según el diario La República del Perú, el gigante del streaming generó ganancias por USD 185.5 millones e ingresos por USD 3.29 mil millones. Los resultados del año anterior publicados por la compañía californiana indicaban que se habían convertido en el líder del mercado, con un 75% de penetración, comparados con un 53% que tiene YouTube.
Para Goytre en lo que falló Blockbuster y acertó Netflix fue en la capacidad de adaptarse a lo digital, en pensar en la comodidad de los usuarios, en anticiparse a las tendencias del mercado de consumo audiovisual; en ver películas a la hora y en el lugar que se quiera.
“Mejorar la experiencia del cliente y el cambio de formato” genera la disrupción, a juicio de la española, quien agrega el concepto de “pivotar”, que se basa en que las empresas lanzan prototipos de un producto sin que esté del todo desarrollado para que no sea necesario invertir tantos recursos, para que el usuario final lo evalúe y decante la mejor forma en que pueda utilizarlo.
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La idea con el pivotar es “girar” hacia los caminos que el cliente quiere transitar, según Goytre. Por ejemplo, menciona a la empresa de podcast Odeo, que se reinventó de acuerdo con las necesidades de los usuarios de entonces, para convertirse en Twitter, la reconocida red de microbloggings.
Algo similar sucedió con Instagram, que inicialmente era un servicio de localización de lugares como restaurantes, pero ante el éxito que tenían con la publicación de las fotos de los usuarios en esos lugares de consumo se renovó y se convirtió en la actual red social.
La empresa de estadísticas Statista realizó un estudio reciente y señaló que en Estados Unidos el 57% de los usuarios de Internet usan la plataforma de Netflix. En México, el 50%; en Canadá, el 47%; y en Brasil, el 47% de los usuarios.
Netflix y América Latina
Goytre le cuenta a la Agencia Anadolu lo que deben aprender las empresas latinoamericanas de negocios como Netflix o Amazon: “Crear un ecosistema donde se pueda desarrollar la empresa. Los Gobiernos tienen que favorecer al emprendedor, poniéndolo en contacto con mentores, otros empresarios o inversores... Hay ejemplos muy buenos como en Chile, donde hay un sistema emprendedor potentísimo…”.
Aunque Netflix no da cifras concretas del número de suscriptores de su servicio, sí confirma que el 45% del consumo en la plataforma se realiza desde Latinoamérica. En 2017 México fue el país con el mayor número de afiliados que ve Netflix todos los días.
Sin embargo, a pesar de que Goytre considera al gigante del streaming como la empresa moderna perfecta, no está exenta de desafíos.
Para el docente de la Universidad Javeriana y experto en contenidos digitales, Mario Morales, “en Latinoamérica creo que Netflix tocó techo, llegó a su meseta… Como pasa con los medios tradicionales, depende de las Rutinas de Consumo de Audiencias”.
Internacionalmente, a juicio de Morales, el mercado está saturado. Otros competidores lograron “modular el negocio, como Amazon Prime, Hulu, Apple Tv, posiblemente Youtube... El mercado de usuarios se va equilibrando”, añade Morales, lo que en un futuro reciente generaría que el músculo de Netflix se resienta un poco.
El docente cree que en América Latina Netflix debe reinventarse, adoptar una nueva estrategia de innovación. De lo contrario su concepto de disrupción podría enfrentar competidores fuertes.
En febrero de este año la compañía española Telefónica lanzó Movistar Series en Chile, Colombia y Perú, a la espera de llegar a otras naciones. Según el portal mexicano Xataka, Movistar cuenta con un mercado de 6,5 millones de hogares con televisión paga y 110 millones de clientes móviles.
El portal agrega que los contenidos incluirán series originales de Movistar y una selección de producciones latinoamericanas encargadas a terceros.
Por su lado, la revista Dinero, de Colombia, habla de la nueva plataforma Boonet como una competencia directa de Netflix, que pretende “producir, promover y difundir los mejores contenidos audiovisuales realizados por directores, productores, actores, con un costo de suscripción menor a los USD 3 mensuales”.
Dura competencia para la empresa de streaming estadounidense, tanto a nivel global como regional, donde Morales pronostica que no crecerá mucho más del mercado que ha conseguido hasta el momento.
A pesar de que Netflix permanezca en una “meseta”, en ese techo pronosticado por Morales, tendrá que abrirle espacio a otros innovadores que pretendan, como ellos años atrás, ingresar al mercado de manera disruptiva, con el mismo riesgo que tuvo que asumir Blockbuster. Tal vez no con consecuencias tan drásticas, pero siempre teniendo presentes a sus usuarios.