La vida del presidente de Bolivia, Evo Morales, tomó tintes de telenovela. De cara al referendo de febrero que buscaba una posible reelección del mandatario, se reveló la información de que Evo habría tenido un hijo con una exitosa empresaria que utilizó su relación con Morales para adjudicarse jugosos contratos. Ahora resulta que el supuesto hijo, en verdad, nunca existió.
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Todo empezó hace más de diez años o más, cuando el líder indígena buscaba la presidencia. Gabriela Zapata, una joven desconocida perteneciente al grupo “Trabajadores sociales comunitarios” del partido Movimiento al Socialismo (MAS), conoció a Evo, que le llevaba 27 años, en una campaña política. Ambos iniciaron una relación que duró, dicho por Morales, tres años.
Fruto de la unión habría nacido un hijo, el cual fue reconocido por su padre, aunque éste nunca lo vio porque, según Zapata, este se encontraba en un grave estado de salud. El niño habría muerto por la enfermedad que lo aquejaba.
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El 3 de febrero de este año, a las manos del periodista Carlos Valverde llegó el certificado de nacimiento del niño. Allí pudo ver no sólo el nombre de Evo Morales, sino el de Gabriela Zapata, una exitosa empresaria, gerente comercial de la compañía china CAMC, y que aparecía constantemente en revistas de farándula y sociales.
Al revelarse la información, Zapata fue acusada de tráfico de influencias, pues se cree que ella aprovechó su relación con Evo para escalar socialmente, incluso lograr adjudicarse contratos por 566 millones de dólares para su compañía. En estos momentos se encuentra presa, pues como ella misma insinuó, también mantenía relaciones con ministros y políticos del MAS, aprovechándose de esta situación para beneficiarse.
Según las investigaciones, Gabriela Zapata no sólo consiguió los contratos, sino que tenía la posibilidad de hacer reuniones de negocios en instalaciones del gobierno, como la oficina de la Jefa de la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia, que es amiga de la ex de Evo.
La información causó graves estragos en la imagen del mandatario boliviano, que aceptó haber tenido un hijo con Gabriela, pero aseguró que este había fallecido y no veía a la madre desde hacía años. Pero una foto de octubre de 2015 que mostraba al presidente con la empresaria aumentó las sospechas de tráfico de influencias. Morales afirmó que se tomó la foto sin saber de quién se trataba.
En la fecha del referendo, el mandatario tuvo que ver como sus posibilidades de gobernar por un nuevo periodo se iban a la basura al no aprobarse se reelección en el referendo.
Pero la historia tomó nuevos rumbos cuando Pilar Guzmán, tía de la empresaria, aseguró que el niño no murió, sino que continuaba con vida. Los bolivianos se preguntaban cómo Evo nunca se había percatado que el niño estuviera vivo, o cómo no tuvo conocimiento de un funeral del pequeño. La familia del menor anunció que lo iban a presentar a la prensa, cosa que no ocurrió. Evo demandó por haberse ocultado la existencia del niño.
Investigaciones de la Fiscalía pudieron determinar que el menor no se encontraba con vida, por lo que Guzmán fue llevada a prisión por intentar entorpecer la justicia y falso testimonio.
Los últimos días Carlos Valverde, el mismo que destapó el caso, afirmó en su cuenta de Twitter que el menor en verdad nunca existió: “He tenido acceso a información seria que confirma que el supuesto hijo de GZapataM y el Presidente Morales no existe”.
“Creo en la información recibida; hay un niño al que hicieron pasar por hijo pero no es de Gabriela Zapata M ni de Evo Morales A”, agregó el periodista.
Pero este no sería el primer caso en el que Evo se ve involucrado por algún hijo. Eva Liz y Álvaro Morales, los hijos de Morales, fueron reconocidos por éste cuando ambos tenían más de siete años de edad.
El bebé que le inventaron a Evo Morales nunca existió
Dom, 22/05/2016 - 06:48
La vida del presidente de Bolivia, Evo Morales, tomó tintes de telenovela. De cara al referendo de febrero que buscaba una posible reelección del mandatario, se revel