El 23 de octubre del 2018 se posesionó como Superintendente de Industria y Comercio el abogado Andrés Barreto. Cerca de cuatro años duró su gestión en la entidad que vela por la protección de la competencia, los datos personales y la metrología legal, protegiendo los derechos de los consumidores y administrando el Sistema Nacional de Propiedad Industrial.
Sin embargo, fue este cargo la punta del iceberg de una carrera dedicada al servicio público, cerca de 15 años en este sector, respaldaron su escogencia como superintendente en el entonces gobierno del presidente Iván Duque, cercano a él. Tras el término de su mandato, Barreto buscó nuevos horizontes y los halló en la firma de 'De La Espriella Lawyers', lugar que hoy dirige con entusiasmo y donde hace su transición con la forma estricta que lo caracteriza.
La historia detrás de Andrés Barreto
Andrés nació en el hogar de una pareja de empresarios, su padre es ingeniero y su madre abogada. Su vocación de la abogacía se la debe a su abuelo materno, un abogado de pura cepa que estudió en la Universidad del Rosario al salir de su pueblo. Nunca lo conoció, pero se le quedó impregnada a temprana edad, esa imagen grandilocuente y enaltecida por las historias y mitos a su alrededor. Le inspiró respeto y una labor loable que quería extender.
A la par, fue nutriéndose del amor que su madre profesaba por el derecho mientras lo estudiaba. Veía en su casa los códigos y los libros que más adelante también devoraría. Andrés, sintió desde temprana edad que su destino ya estaba marcado y con gusto y orgullo se puso manos a la obra a ello.
El ajiaco y su recuerdo más poderoso de la infancia
"El ajiaco se hacía mucho en mi casa. Algún día a mi papá se le ocurrió montar un negocio sobre este plato y fue un emprendimiento que se desarrolló desde la casa, algo que me marcó muchísimo", aseguró Barreto.
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Su entrada al colegio
A pesar de haber desarrollado una personalidad rígida como asegura el mismo y un ambiente estricto y encaminado al derecho y la abogacía, Andrés encontró en el colegio un mundo para aprovechar la rebeldía, razón por la cual tuvo muchos llamados de atención e incluso, salidas de colegio por su indisciplina. Fue un niño problemático y a partir de eso construyó una personalidad que hoy agradece, por que desarrolló en él un tono contestatario, de lectura amplia y de una voz que no se queda callada.
Su paso a la Universidad
Terminó el último grado del colegio donde pudo dada su constante transición en instituciones y esos últimos días, se prometió que dejaría atrás la volatilidad de su indisciplina y que se centraría en convertirse en abogado, como su abuelo y que, además, entraría al servicio público, pues quería formar una carrera como diplomático.
Sin embargo, esta idea tambaleó por su gusto sobre la historia y en un conato de su aplacada rebeldía, quiso cambiar los planes e inscribirse a esa carrera.
Su padre, fue enfático: "Usted siempre quiso estudiar Derecho, el trato es el siguiente. ¿Cuánto es que dura su carrera? Ah, diez semestres, aquí a esta casa llegan diez recibos de matrícula y en diez facturas está colgado ese diploma en la pared, si quiere cambiarse de carrera bienvenido a pagarla".
No duró mucho esa idea de cambiarse de carrera, lo que si persistió fue su intención de culminar su carrera. Además, fortaleció la herencia que le inculcaron sus padres: la educación.
Andrés reconoce sus privilegios y con la conciencia clara sobre ellos, entendió que su responsabilidad era utilizarlos con responsabilidad. En tal sentido, se enfocó por completo en la abogacía, en un camino mediante el cual buscaría más adelante, devolver aquellas condiciones de privilegio en forma de servicio.
"Uno empieza entender que hay gente que la pasa más difícil, y eso, de alguna manera lo hace ser a uno más agradecido con lo que tiene. La idea entonces es aprovechar y retornar esos privilegios. Muchos compañeros optaron por trabajar en firmas y pensando en ganar mucho dinero y eso está bien, sin embargo, yo opté por el servicio público, que a mi modo de ver, no es tan agradecido, pero si un buen escenario para devolver un poco todo lo que recibí", aseguró Barreto.
Su primer trabajo
Su primer contrato laboral lo firmó en una empresa que tenía su padre y una socia de él. Inició como asistente jurídico, cuando se graduó de abogado, ascendió como profesional en esta área. Luego, se abrió la puerta en el servicio público y saltó a su segundo trabajo, en la oficina jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde ese entonces y hasta su cargo como superintendente, dedicó cerca de 15 años a este sector.
Andrés Barreto, superintendente de Industria y Comercio
"Fue un trabajo interesante y demandante. Haber avanzado hasta ese escalón en el sector público ha representado para mí el reto más alto en el Estado y eso, me enorgullece mucho. Cuando uno llega a ese tipo de posiciones se infiere que hay una carrera que respalda esa escogencia. (...) Nadie tenía prevista la pandemia y por tal razón fue muy exigente. (...) Afortunadamente en ese momento sentí que tenía el ímpetu, el tiempo y la juventud para asumirlo y más allá de eso la formación personal y profesional y bueno, al final del día en lo público a uno se le mide por los resultados y espero que ese sea siempre el juicio que se me haga, porque logramos grandes cosas ahí", aseguró Barreto.
Dirección general de la firma 'De La Espriella Lawyers'
Luego de salir de la superintendencia de Industria y Comercio y de la Creg, encontró en el sector privado una oportunidad laboral que conoció gracias a su amistad con el abogado Abelardo De La Espriella. Él le escribió para explorar nuevas oportunidades, pues según él, "por un tiempo las puertas de la rama ejecutiva y el sector público para él en Colombia, van a estar cerradas por cuestiones políticas y de coyuntura", razón por la cual llegó a la dirección general de esta firma reconocida en la región. Espera desde ese cargo, aportar a la resolución de problemas de muchos.
"Esperamos dinamizar nuestro mercado y el de España a través de un acuerdo con firmas de dicho país. Mantener y crecer lo construido en más de 20 años de la firma, con servicio y asesorías de calidad con caminos y soluciones a los clientes. Ampliar el portafolio de servicios y negocios, en entretenimiento, nuevas tecnologías y el cumplimiento en materia de competencia y dinamizar las líneas como el tecnológico o la finca raíz y/o. El reto es mantener, continuar y ojalá acrecentar".
Andrés Barreto ha construido una carrera que le ha significado una serie de enseñanzas personales y profesionales que lo posicionan como líder en el sector público, hoy, en el privado y desde ahí, envió un consejo a quienes sienten estancado su futuro:
"Yo creo que a veces las respuestas están en uno mismo. Todos en algún momento vivimos días de angustia, de afugia, que no nos sentimos ubicados en lo personal o profesional. Podemos tener casa, familia o dinero en el banco pero tenemos un vacío que nos angustia; Parece una frase de cajón o de metafísica, pero ante esto, hay que sentarse y pensar que la respuesta está en uno mismo, decirse: “Yo estudié, yo trabajé, yo lo he hecho honestamente, yo puedo salir adelante, no he hecho nada malo sino lo contrario, traer el bien en mi profesión y oficio” y es muy difícil que a uno le vaya bien si está en algo que no le gusta. No se deje imponer carreras, profesiones u oficios y si está en una coyuntura así, respire y piense si lo mejor es salir, cambiar, sé que es difícil, pero nadie lo va a sacar de ahí, sólo uno".