La 1:19 de la tarde marcaba el reloj el 25 de enero de 1999 cuando la tierra decidió moverse en Armenia. De las fábricas y oficinas, las personas se disponían a salir a tomar su hora de almuerzo, en el campo los costales de fique se llenaban del bendito grano del café.
Un temblor de magnitud de 6.2 en la escala de Richter irrumpió no solo en los quehaceres de los quindianos, los 28 segundos de duración que tuvo el terremoto, fueron más que suficientes para cambiarle la vida a todo un departamento.
Y cuando se pensaba que la tormenta había pasado y que solo quedaba levantar escombros y ayudar a los más damnificados, cuatro horas después la tierra volvió a sacudirse mediante una réplica de 5,4. En el Quindío las personas creyeron que Dios los había abandonado.
La publicista que entregó alma y cuerpo por el Quindío
María del Socorro Jaramillo Velásquez es una publicista bastante conocida y galardona en el país, su vida la ha entregado a entender el mercado publicitario, a las ideas brillantes y transformadoras, a encontrar lo que más mueve a las personas, pero también, a dejar muy en alto su "Quindío del alma".
Cuando ocurrió la tragedia, Soco, como le dicen sus más allegados, aterrizaba en el Aeropuerto El Dorado proveniente de Miami, Estados Unidos. Llamó la atención para ella, las aglomeraciones de personas en los televisores de la ciudad, se acercó y evidenció que la tierra que la vio nacer, estaba bajo escombros.
El sentimiento de angustia se apoderó de su cuerpo, en 1999 no había la tecnología que actualmente hay, existían los teléfonos pero no era fácil su comunicación. Afortunadamente contaba con un as bajo la manga, era amiga de uno de los periodistas más importantes del momento, Yamit Amad, fue a través de él que pudo conocer que su familia estaba a salvo, pero también fue por el comunicador, que logró llegar un día después del terremoto a su querida Armenia.
"Lo que más angustia me dio, fue que me enteré que el Hotel Armenia Plaza, había caído en el terremoto. Este hotel era administrado por mi padre". Dice Socorro, quien recuerda que en el lugar se estaban hospedando tres futbolistas argentinos que iban a ser contratados por el Deportes Quindío. Los tres perdieron la vida.
Socorro afirma que una vez logra encontrarse con su padre, el dolor de él es inmenso por su ciudad, aclara que era una persona que económicamente estaba bien y que con la tragedia lo perdió casi todo, pues en pie, solo le quedó la casa en la que actualmente vive la publicista.
"Lo que más me sorprende es que mi padre no lloraba por las cosas materiales, él no lloraba por lo que había perdido, su dolor era por la ciudad y la gente", explica la publicista.
Escuche la entrevista completa aquí:
'Quindío Corazón Mío': el relanzamiento de una campaña que volvió quindianos a todos los colombianos
Una vez Socorro llega al departamento del Quindío, su padre le pide que vayan a Armenia a ayudar a las víctimas del terremoto.
Describe Jaramillo que las imágenes eran desoladoras, tanto fue así que cuando llegaron a la ciudad, afirma ella que estacionaron el carro y luego no sabían por que calles caminar. Era difícil de reconocer los lugares.
"Estábamos desubicados, nos paramos en una esquina y no sabíamos por donde andar. Se nos cayeron los referentes, se nos cayó la historia; las tiendas y edificios que nos servían para guiar, ya no estaban", dice con tristeza Socorro.
En el año de 1995, era gobernadora del departamento Belén Sánchez Cáceres, ella determina que había que crear una marca para promocionar el Quindío como destino turístico, allí acudió Socorro, quien para entonces ya era una publicista consolidada.
Este comercial tuvo logros publicitarios y comunicacionales poco antes vistos en campañas de city marketing, las personas se enamoraron del paisaje y en la calle, iban cantando el jingle "En la mitad de Colombia, en un cruce de caminos, late fuerte un pueblo amigo, Quindío corazón mío".
Cuatro años después de haber lanzado este comercial, Socorro se encontraba en el aeropuerto de Armenia trabajando en las ayudas internacionales, cuando en un ataúd vio que sacaban pañales. Describe que fue la peor sensación que tuvo durante la tragedia.
"En una sola imagen veía la muerte pero a la misma vez la vida. Veía la oscuridad pero también la luz. En el piso vi un lápiz muy pequeño, tomé un papel y me dije a mi misma, voy a recrear nuevamente el comercial de 'Quindío corazón mío'. Anoté en el papel: "1995. Crear este mensaje nos tomó algunas semanas. 1999. Reconstruirlo nos tomará mucho tiempo, ayúdanos". Llamé a dos personas, a Antonio José Piñeros y a Yamit Amad, ambos me expresaron su ayuda". describe Soco.
24 horas después de hacer esta llamada, Socorro ya tenía su comercial andando nuevamente por todos los medios de comunicación, tanta fue su repercusión que tuvo código cívico. Afirma ella que la respuesta de los colombianos "fue impresionante".
"La ayudas llegaban de todas las ciudades y varios países. La solidaridad de todos fue impresionante, pero el tesón y la gallardía de los quindianos fue importante para seguir", expresa Socorro con la voz entrecortada.
Fue así como una campaña, un comercial, una estrategia hecha con el alma, levantó a todo un departamento, que si bien su objetivo cuatro años atrás era atraer turistas, para el año 99, fue el estandarte de cientos de miles quindianos.
Soco pudo continuar su vida, los premios y las campañas publicitarias la siguieron en su carrera, pero en su mente está que el mayor insight, lo logró cuando su "amado Quindío" más lo necesitó.