Barranquilla vivió una noche inolvidable este 20 de febrero, cuando Shakira regresó a su ciudad natal para ofrecer un concierto que quedará marcado en la memoria de sus seguidores. Este evento, cargado de emoción y nostalgia, fue el primero que la cantante realizaba en su tierra desde 2016, cuando fue invitada a los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
El regreso de la estrella pop a 'la arenosa' causó un revuelo indescriptible. Los colegios y universidades de la ciudad adelantaron sus horarios para permitir que los fanáticos pudieran asistir al concierto, mientras que la Policía Nacional implementó un amplio dispositivo de seguridad para garantizar el bienestar de los asistentes. La expectativa crecía por momentos, y las calles de la ciudad se llenaron de energía con los habitantes que aguardaban ansiosos el regreso de la estrella.
A las 10:30 p.m., la espera llegó a su fin. Shakira apareció sobre el escenario, saludó a sus fanáticos con una sonrisa y dio inicio a su presentación con un sencillo pero emotivo “Buenas noches, Barranquilla”. Ante la ovación, la cantante ofreció un mensaje lleno de gratitud hacia su ciudad y su gente: “Estar aquí en casa, en mi casa, es un sueño hecho realidad, cantar entre los míos, mi familia, mis amigos, mis hijos, mi madre, y cantar para ustedes, que me vieron crecer y los que crecieron conmigo también”.
A lo largo del concierto, Shakira interpretó algunos de sus más grandes éxitos, regalando a los presentes una mezcla de nostalgia y frescura. Su setlist estuvo lleno de sorpresas y momentos emotivos. Entre las canciones más destacadas se incluyeron “Hips Don’t Lie”, “Waka Waka (Esto es África)” y “La bicicleta”, que hicieron vibrar a la multitud. Además, la cantante no dudó en rendir homenaje a sus raíces con canciones como “En Barranquilla me quedo” y "Copa vacía", las cuales resonaron profundamente en los corazones de los barranquilleros.
El público disfrutó también de una gran variedad de éxitos, que incluyó desde su más reciente colaboración con Bizarrap, “BZRP Music Sessions #53”, hasta canciones de antaño como “Pies descalzos, sueños blancos” y “Antología”. En cada tema, la conexión de Shakira con su gente fue palpable, con la audiencia coreando cada letra y celebrando cada momento.
Shakira no solo ofreció una experiencia musical única, sino que también compartió con sus fans un pedazo de su vida, con menciones especiales a su familia y amigos, quienes estaban presentes en la primera fila del espectáculo. Ella demostró una vez más por qué es una de las artistas más queridas y admiradas del mundo, con una energía arrolladora que mantuvo a los barranquilleros de pie durante toda la noche.
Este regreso no solo fue un reencuentro con sus raíces, sino también una muestra del poder de la música para unir a las personas, dejando claro que Shakira, más que una estrella, es un ícono cultural para su ciudad y el mundo entero. Y el 21 de febrero, Barranquilla vivirá nuevamente la magia del concierto, como parte de un segundo show que promete ser igual de espectacular.
