En el mundo del deporte, las ocurrencias y momentos curiosos siempre encuentran su lugar, y lo que sucede dentro de la cancha puede ser desconocido para muchos. Por eso, hay anécdotas de jugadores que perduran con el tiempo, sin importar los años que pasen.
Este es el caso del exarquero de Santa Fe, Agustín Julio, quien hace unos años se convirtió en el centro de atención durante un partido contra Cortuluá en el Estadio El Campín, que estaba en plena remodelación para el Mundial Sub-20 de 2011.
Al comenzar el segundo tiempo, un dolor de estómago lo obligó a interrumpir el partido y salir corriendo al baño, ya que esa era su única opción.
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En una reciente emisión de 'Los 40', el exarquero fue invitado al programa, donde los locutores aprovecharon la ocasión para preguntarle sobre lo sucedido. Al iniciar la entrevista, Agustín Julio confirmó que efectivamente había detenido el partido para ir al baño y hacer sus necesidades, "Yo le digo una cosa, hay otros que se han hecho po** en la cancha".
Además, señaló que todo ocurrió en medio de los arreglos que se estaban realizando en El Campín, donde aseguró que en la tribuna occidental hacía mucho frío. "Me tomé un Red Bull y un café, pero durante el primer tiempo no pasó nada. Sin embargo, todo sucedió en el segundo tiempo. Íbamos ganando 1-0 y el partido estaba muy apretado," explicó.
El día en que un partido se detuvo 5 minutos por urgencia del arquero:
Cuando comenzó el segundo tiempo, Julio le pidió al kinesiólogo otro Red Bull y café. Sin embargo, a los 63 minutos, mientras el volante Camilo Giraldo se disponía a cobrar un tiro libre a favor del visitante, Julio empezó a sentir un malestar. "Sentí un gasesito, y pensé, ay no, juepucha… entonces llamé al árbitro y me arrodillé. Él me preguntó qué pasaba", relató Julio.
Aunque al principio se negó a retirarse, finalmente salió corriendo al baño. Como él mismo aclaró, "sin portero no se puede jugar un partido," por lo que estuvo fuera durante 5 minutos.
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Durante ese tiempo, el kinesiólogo se acercó para ver cómo estaba y presionó a Julio para que regresara al partido. "Yo te juro que no sé qué me pasó. Terminé, me lavé las manos, me puse los guantes y volví a la cancha. El árbitro me preguntó si estaba bien y yo le respondí que sí", relató el colombiano en medio de las risas.
Tras esta curiosa anécdota que comenzó a volverse viral, Julio contó que otros colegas le comentaron haber pasado por experiencias similares. De hecho, uno de ellos no alcanzó a llegar al baño, lo que hizo que el incidente ocurriera directamente en sus pantalones.
