La esperada noche de UFC 248 dejó un sabor agridulce. La principal pelea de la noche, la de dos grandes de los pesos medianos, casi hizo dormir a los espectadores. La noche fue para las chicas, quienes lograron ofrecer toda una pelea estelar.
Como suele pasar en los eventos de la mayor liga de artes marciales mixtas del mundo (UFC), lo más interesante se guardó para el final. Eso pensaron los organizadores mientras preparaban lo iba a ser el evento principal: el combate entre el nigeriano Israel Adesanya y el luchador cubano Yoel Romero por el cinturón de medios.
- Lea también: Becky Lynch vs. Shayna Baszler confirmado para WrestleMania 36
- Le puede interesar: Careo en UFC con ofensas por coronavirus
Para el cubano, de 42 años, el enfrentamiento iba a ser pan comido en su larga carrera en la UFC. Sin embargo, la de Las Vegas resultó ser, quizás, la pelea más aburrida del año. Ambos se limitaron a patear y a esperar, mientras que nadie se arriesgó a cambiar el rumbo del combate por miedo a perderlo todo. Al final, con una decisión unánime la victoria fue para Adesanya. Es la decimonovena para el nigeriano, cuya carrera no conoce derrota alguna.
"Hice lo que tenía que hacer", afirmó el africano.
La velada se salvó con el enfrentamiento en el peso paja femenino: la polaca Joanna Jedrzejczyk y la china Weili Zhang demostraron tener el auténtico espíritu de UFC y una voluntad sin precedentes.
Empezaron a calentar los motores un día antes, en el conocido como duelo de miradas. Al colocarse una enfrente a la otra a un palmo de distancia, la polaca Joanna empezó a susurrar algo a su futura contrincante. A su vez, la china, que no habla bien inglés, a lo mejor no entendió casi nada, pero encontró algo con lo que responder. Con solo decir "Shut up!" (¡cállate!), Zhang desalentó a su oponente e hizo reír al público.
Nada más empezar la pelea, las chicas ya fueron a por todas, pisando fuerte y sin piedad. Con las caras llenas de morados y sangre, nadie quiso ceder hasta el último minuto cuando al sonar la campana el árbitro levantó la mano de Zhang. Jedrzejczyk, a su vez, supo reconocer la derrota. Faltó poco para que el cinturón cambiase de dueña, pero, sin dudas, acabamos de ver una de las mejores peleas del año.
Con información de Sputnik.