El impuesto al consumo del 8% representará un aumento que recae directamente en el cliente que deberá pagar dicho valor en establecimientos como bares, restaurantes, discotecas, la medida entra en vigencia este mes de enero tras la exención que se dio en el 2021.
Con la llegada de la pandemia en el 2020, el Gobierno Nacional buscó una solución para el sector que estaba siendo gravemente afectado por las restricciones de aislamiento que generó el covid-19 en el país. La ley 2068, en la cual estipulaba que por un año no se realizaría el cobró del impuesto al consumo.
El impuesto genera preocupación en los comerciantes que podrían ver las repercusiones de esta medida en las ventas. La medida no afecta a los comercios que están en el régimen simple, pero si se aplica en los pequeños negocios no franquiciados que no estén inscritos en el régimen de contribución simple.
Igualmente, los restaurantes que se encuentran en hoteles no serán gravados con el impuesto al consumo, esto porque según el Gobierno Nacional el sector del turismo continúa recuperándose económicamente de la pandemia.
A esto se suman los elevados costos que deben asumir los restaurantes por el aumento en los precios de los alimentos y que también se ha reflejado en los valores de sus productos. Los costos de la inflación y de las importaciones de algunos productos en el país generan que los costos de los alimentos se incrementen y se tenga que ver reflejado en la factura de los clientes.
La Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres) se pronunció frente al establecimiento del impoconsumo. El sector lanzó un comunicado en el que destacan la preocupación del sector al estar en plena recuperación de la economía.
También destacó que luchó para que el impuesto al consumo se estableciera de forma gradual en diferentes plazos, sin embargo, el proyecto pasó en primer debate pero deberá seguir el trámite para convertirse en ley.