En un triste y alarmante giro de los acontecimientos, un hombre de 51 años perdió la vida el pasado 9 de enero en el Hospital de Kennedy, en Bogotá, después de haber esperado durante horas atención médica en condiciones críticas.
Su hija, Dayre Negrete, ha denunciado públicamente la presunta negligencia del personal médico, generando una ola de indignación y preocupación entre la comunidad y los familiares de otros pacientes que, según ellos, también habrían experimentado situaciones similares de desatención.
El caso, que se ha convertido en un símbolo de la deficiencia en los servicios de salud pública, comenzó cuando el hombre, quien aparentemente presentaba dolor abdominal relacionado con el consumo de alcohol, ingresó al hospital.
A pesar de que su situación era grave, los testimonios aseguran que no recibió la atención inmediata que requería. Según Negrete, su padre fue atendido inicialmente en el triage, donde el personal médico le informó que sus signos vitales eran "estables", lo que llevó a que fuera enviado a la sala de espera.
La tragedia en la sala de espera
Dayre Negrete relató a los medios que su padre, a pesar de haber solicitado ayuda en varias ocasiones debido a síntomas como dificultad para respirar y fuertes dolores, fue ignorado por la enfermera de turno, quien le indicó que debía esperar ya que “no tenía que ver una cosa con la otra”.
En palabras de la hija de la víctima, su padre insistió en que estaba perdiendo la fuerza y que su situación empeoraba rápidamente, pero las respuestas del personal fueron insensibles y despectivas.
Lo más impactante es que, minutos después, el hombre sufrió un paro cardiorrespiratorio. En un acto de desesperación, un paciente en la misma sala de espera intentó reanimarlo, ya que no recibió la intervención de los médicos o enfermeras.
A pesar de los esfuerzos del testigo, el hombre fue trasladado, en palabras de la hija, “como un bulto”, sin la debida dignidad ni urgencia que requería la situación.
Acciones del hospital y reclamos de la familia
El Hospital de Kennedy, a través de un comunicado oficial, aseguró que se realizaron maniobras de reanimación al paciente durante 48 minutos.
Sin embargo, la hija de la víctima ha manifestado sus dudas sobre la veracidad de estas afirmaciones, alegando que el proceso de reanimación no duró tanto tiempo y que la respuesta del personal fue demasiado tardía.
Negrete también hizo un llamado a la justicia, insistiendo en que no es la única afectada por la supuesta negligencia del hospital. Según ella, ha conocido a otras personas que han pasado por situaciones similares, pero que no se atreven a denunciar por miedo a represalias.
Este trágico suceso no solo ha dejado a una familia devastada por la pérdida de un ser querido, sino que también ha abierto un debate sobre la calidad de los servicios de salud en Bogotá y en el país en general. La falta de recursos, la sobrecarga de los hospitales y la falta de personal capacitado son algunos de los problemas que se mencionan frecuentemente en las denuncias de los pacientes.
Para muchos, la denuncia de Dayre Negrete es solo la punta del iceberg en un sistema de salud que enfrenta una grave crisis. La familia espera que su caso sirva como catalizador para una profunda reflexión y mejora en los estándares de atención médica en Colombia, para evitar que más vidas se vean afectadas por la negligencia y la falta de humanización en los hospitales.
Mientras tanto, el Hospital de Kennedy sigue bajo investigación por parte de las autoridades competentes, y la familia continúa luchando por justicia en nombre de su ser querido, esperando que este trágico evento sirva como un llamado urgente para mejorar la atención médica en el país.
