El uso del taser o pistola eléctrica ha causado controversía desde su llegada al país en 2009, cuando el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) fue dotado de las mismas para adelantar operaciones en algunas zonas. Hoy, la ciudad despertó con la noticia de un hombre fallecido por recibir varios choques eléctricos con un taser por parte de miembros de la Policía de Bogotá.
En video quedó registrado el procedimiento policial en el cual el abogado Javier Ordóñez, un hombre de 46 años, fue inmovilizado por dos uniformados que, en repetidas ocasiones, le aplicaron varias descargas eléctricas con un 'taser' aún cuando suplicaba que se detuvieran.
"Él le está diciendo que por favor. Lo estamos grabando. Él ya le dijo que no le haga más. No le peguen", es lo que escucha en medio de la agresión por parte de los policías", decían las personas mientras grababan el procedimiento.
Lamentablemente, el hombre falleció en la Clínica Santa María del Lago, luego de ser trasladado a este centro médico, por los problemas de salud que presentó por la agresión de los uniformados.
El arma utilizada en el procedimiento policíal es un taser o arma de electrochoque, que se utiliza para incapacitar a una persona a través de descargas eléctricas que limitan las señales nerviosas y producen una inmovilización transitoria.
En Colombia, el taser utilizado es la referencia X26, el cual es un dispositivo más pequeño que los anteriores modelos y al parecer tiene una tecnología más moderna que se basa en la sobre estimulación del sistema nervioso central para lograr la inmovilización de la persona.
Según expertos consultado por KienyKe.com este dispositivo tiene una mejor transmisión de la corriente eléctrica a través de la ropa incluso si se usa sobre chalecos antibalas. El alcance máximo con respecto al rango de disparo de este dispositivo es de 7,6 metros.
"Es necesario tener en cuenta la proporción, racionalidad y el criterio de empleo del taser, porque que factores como el estado de salud de la persona o prescripciones fisiológicas del sujeto que recibe el choque pueden causar efectos letales", expresó Nestor Gómez, experto en uso de armas.
De acuerdo al testimonio de un comerciante de armas no letales, la descarga que se da en 5 segundos del modo automático normalmente no afecta el sistema cardiorrespiratorio de una persona. Sin embargo, si la descarga dura más tiempo los impulsos electrónicos que generan 19 contracciones musculares por segundo podrían conducir a la muerte.
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La Policía Nacional de Colombia, clasifica el taser como “arma no letal”, según el artículo 18 de la Resolución 02903 de junio de 2017, por la cual se expidió el reglamento para el uso de dispositivos, municiones y armas de este tipo.
En América latina no existen estudios oficiales que documenten la letalidad de este tipo de dispositivos. Sin embargo, investigaciones de fundaciones y ONG y los reportes de casos en EEUU y Europa deben ser tomados como “lecciones valiosas” para Colombia.
Cabe resaltar que el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe, alertó por las potenciales consecuencias físicas y cognitivas de las armas menos letales, que incluyen lesiones y, eventualmente, la muerte.