El paro camionero en Santander ha desatado una crisis que afecta gravemente la movilidad y el abastecimiento en la región. Desde hace varios días, más de 20 puntos estratégicos en el departamento se encuentran bloqueados, generando una serie de problemas que impactan tanto a los residentes como a los negocios locales.
El secretario del Interior de Santander, Óscar Hernández, ha confirmado que se han activado varios Puestos de Mando Unificado (PMU) en respuesta a la emergencia.
Estos PMU están conformados por gestores de convivencia, Personería y la Policía Nacional, con el objetivo de manejar posibles riesgos y emergencias derivados de los bloqueos. La situación es crítica, ya que las carreteras bloqueadas están afectando la comunicación entre municipios dentro del mismo departamento.
En el área metropolitana de Bucaramanga, la situación se ha intensificado. Conductores de buses escolares y particulares se han unido al paro nacional de los transportadores, realizando acciones como el plan tortuga y plantones intermitentes en puntos clave de la ciudad, como el Mesón de los Búcaros, la carrera 15, Puerta del Sol y el puente del Palenque.
Estas medidas han causado un grave impacto en la movilidad, afectando el acceso al aeropuerto Internacional Palonegro, que también presenta restricciones viales.
Uno de los efectos más alarmantes del paro es el riesgo de desabastecimiento en la Central de Abastos de Bucaramanga.
La Asociación para la Gestión del Riesgo y Seguridad Empresarial de Santander ha reportado que la región se está quedando cada vez más incomunicada, lo que amenaza con afectar la disponibilidad de productos esenciales en el mercado. La falta de suministros podría tener un efecto en cadena, afectando tanto a los negocios como a los hogares.
El secretario Hernández también ha indicado que se está trabajando para establecer corredores humanitarios que permitan el tránsito de ambulancias, adultos mayores, personas con discapacidad, y embarazadas, entre otros.
Esta medida busca asegurar que las personas más vulnerables puedan recibir atención y asistencia en medio de la crisis. A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue siendo complicada, y la intervención de las autoridades es crucial para mantener cierta normalidad en la región.
Julián Arias, uno de los líderes del paro y conductor de busetas de servicio especial, ha declarado que las intervenciones se mantendrán hasta el fin de semana. Según Arias, los transportadores están descontentos con el aumento de 1.900 pesos en el ACPM y el incremento del IVA en los peajes, además del mal estado de las vías. Este descontento ha llevado a una movilización masiva, afectando gravemente el transporte y la logística en la región.
En cuanto a la infraestructura vial, la Dirección de Tránsito de Bucaramanga ha confirmado que las vías bloqueadas incluyen rutas cruciales como la que conduce al aeropuerto, el puente Palenque, la calle 45 y la vía hacia Vijagual. La interrupción de estas rutas ha generado caos y largas filas de tráfico, afectando tanto a viajeros como a transportistas.
El impacto del paro también se extiende al sistema educativo. A pesar de que las clases no se han suspendido en Santander, los bloqueos han generado dificultades en la movilidad.
Sin embargo, la Secretaría de Educación ha informado que en municipios como Lebrija, Rionegro, San Gil y Santa Bárbara, los estudiantes están continuando sus clases de manera remota para mitigar las afectaciones.
Los bloqueos se concentran en puntos clave como la vía Bucaramanga - Rionegro, el puente El Palenque, y diversos sectores en municipios como Cimitarra, Barbosa y San Alberto.
Los cierres han creado una red de bloqueos que afecta gravemente la comunicación entre Bucaramanga y otras regiones como Norte de Santander, Antioquia, Cundinamarca y la Costa Caribe.