Para el pueblo Misak, el 2021 se convirtió en el momento perfecto para reivindicar su historia y dejar atrás aquellos monumentos sobre personajes que afectaron a su comunidad, entre ellos, Sebastián de Belalcázar. En abril del año pasado, los caleños recuerdan como los indígenas derribaron la estatua emblemática para la ciudad, reafirmando su compromiso por exaltar a los pueblos antigüos de Colombia.
Sin lugar a dudas, este evento causó diversos comentarios entre los vallecaucanos, que recuerdan a la estatua como un referente de la ciudad, en el que muchos turistas también se han sacado fotos y han podido conocer a Cali desde el aire. Ahora, la Alcaldía de Cali ha anunciado el regreso de la estatua de Belalcázar y vendrá con algo diferente.
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Una placa conmemorativa que fue escrita e investigada por la academia de historia del Valle del Cauca será la que acompañe a unos de los símbolos de la ciudad, en su regreso al mirador donde ha estado desde sus inicios.
“En próximos días se reinstalará la estatua de Sebastián de Belalcázar y tendrá una placa adicional con esté texto redactado por la Academia de Historia”, escribió el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, sobre el regreso de la estatua de Belalcázar y la forma en la que contribuirá a exaltar a los pueblos indígenas del Valle del Cauca.
Dentro del mensaje que tiene la placa que acompañará a la estatua de Belalcázar, se encuentra un apartado muy importante sobre los diferentes pueblos indígenas que lucharon contra el ejército español. Algunos de los nombres son Timba, Guales, Xamundí, Bichicama, Pance y Bitaco, entre otros.
El derribo de la estatua de Belalcázar
En abril de 2021, los indígenas Misak en un intento por reivindicar los esfuerzos de sus antepasados, como ellos mismos lo denominan, estuvieron en el mirador en donde se encuentra ubicada la estatua de Belalcázar, para usar amarres y su fuerza para derribarla. Una vez esto sucedió, los caleños comenzaron a tener opiniones muy divididas, pero varios de ellos apoyaron el mensaje que los Misak querían dejar.
Después de esto, un decreto emitido en el 2021 confirmó que la estatua de Belalcázar debe volver al mirador. A pesar de que ya fue restaurada desde diciembre del mismo año, por diversos motivos, como ver la posibilidad de cambiarla de lugar, no ha sido posible su reinstalación.
