Mientras la gran mayoría de sectores económicos en Medellín ya se han reactivado en un 100%, el gremio de los transportadores colectivos del valle de aburra sólo ha logrado reactivarse a un 75%. Es decir, antes de la pandemia en Medellín se transportaban en este sistema alrededor de 879,000 pasajeros por día y a la fecha sólo se están transportando 650,000 usuarios pese a que la economía ya se reactivó al 100%.
Lo anterior se debe a que los usuarios, que en su mayoría son de estratos 1,2 y 3, han cambiado sus comportamientos después de la pandemia. El 44% de los usuarios que utilizan el transporte público colectivo es por razones de trabajo, y muchos de estos se quedaron en la modalidad de trabajo virtual, otra gran mayoría ha optado por invertir más dinero en un transporte público individual, como taxi o Uber debido al temor que quedó producto de la pandemia.
En cuanto a ganancias, pese a que el valor de la tarifa qué pagan los usuarios pasó de 2300 antes de la pandemia a 2550 hoy, las ganancias que se percibía en el 2019 eran de 2100 millones de pesos por día y el recaudo que hoy están logrando por día es sólo de 1600 millones de pesos. Lo que quiere decir, que el gremio está evidenciando una brecha que pone en riesgo su operación.
A este fenómeno, se le suma qué hay unos 650 buses que están sin poder operar, debido a falta de personal e incluso el incremento de los precios de los repuestos para reparar los vehículos. Por esta crisis, termina siendo casi imposible responder a la solicitud de los gobiernos de renovar el parque automotor que hoy por vehículo cuesta unos 120 millones de pesos más que hace dos años y sin ningún alivio por parte del gobierno que permita facilitar la financiación de los mismos.
Luego de analizar este panorama del sector, Asotransva - Asociación de transportadores Del Valle de Aburrá- decidió crear un congreso que se llevará a cabo el próximo viernes 5 de agosto en el que diferentes actores académicos y expertos en el tema hablarán de las soluciones que deberán implementarse para aliviar la carga que está llevando el gremio, del que dependen miles de familias.