Una emboscada armada en la zona rural de Yondó, Antioquia, dejó un saldo trágico de cinco personas fallecidas, incluidos líderes comunitarios, en un ataque que es atribuido preliminarmente al Ejército de Liberación Nacional (ELN). La situación ha generado una fuerte reacción por parte de las autoridades locales y del secretario de seguridad de Bolívar, Manuel Berrio.
Según Berrio, el ataque se produjo mientras un vehículo se desplazaba desde la vereda Lejanías hacia Cantagallo. Este vehículo, utilizado habitualmente para transportar estudiantes, se convirtió en el blanco de los agresores en la altura de Las Palmas. Tres de las víctimas eran el presidente y la secretaria de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Lejanías, junto a un líder social de la vereda. Las víctimas estaban brindando auxilio a un combatiente del Clan del Golfo, quien había sido herido en enfrentamientos recientes.
“Lo que dicen las versiones es que este combatiente cayó herido y fue hasta el casco urbano de la vereda, donde fue auxiliado por el presidente de la JAC, quien sin dudarlo lo embarcó en la camioneta. Lamentablemente, fueron emboscados”, explicó Berrio.
El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 de la noche del lunes 30 de septiembre, pero las fuerzas del orden no han podido acceder a la zona debido a las complicaciones del terreno. Berrio hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que se coordine una respuesta efectiva ante esta situación de violencia que afecta a la región. “Necesitamos que el ministro de Defensa, el Presidente de la República y el comisionado de paz hagan presencia en la zona y den instrucciones claras al Ejército Nacional”, afirmó.
En respuesta a la masacre, tropas de la Quinta Brigada del Ejército Nacional están en camino al lugar de los hechos, y se prevé que los cuerpos sean trasladados a Medicina Legal en Santander.
El alcalde de Yondó, Yerson Antonio Ariza, se pronunció sobre la tragedia, indicando que aún no tiene información confirmada sobre la identidad de las víctimas. “Lamentablemente, estamos tratando con una situación muy grave donde la información oficial aún está pendiente. Lo que hemos escuchado es que las víctimas podrían incluir defensores de derechos humanos y líderes sociales locales”, comentó.
Ariza también sugirió que el aumento de la violencia en la región podría estar relacionado con intensos enfrentamientos entre grupos paramilitares y guerrilleros. Este contexto de confrontación no solo pone en riesgo a los líderes comunitarios, sino que también afecta la seguridad y la convivencia de la población civil en el Magdalena Medio.