En una reciente declaración, el Ejército Nacional de Colombia ha responsabilizado al Ejército de Liberación Nacional (ELN) por el brutal asesinato de dos soldados en el departamento de Arauca.
El ataque, que se produjo en un puesto de control estratégico en la vía que une los municipios de Tame y La Cabuya, ha puesto en el centro del debate la creciente violencia en la región y el papel del ELN en los conflictos armados que afectan a la población civil.
El incidente tuvo lugar cuando las tropas del Batallón de Ingenieros de Combate Rafael Navas Pardo, pertenecientes a la Décima Octava Brigada, realizaban su misión de protección a la comunidad en un puesto de control.
Según el informe oficial, los soldados estaban en el cumplimiento de su deber cuando fueron atacados con armas de largo alcance desde una camioneta. En este ataque, los soldados Jaider Augusto Quimbayo Rondón y Luis Ángel Pushaina Pushaina perdieron la vida.
Este acto violento ha sido categorizado por el Ejército como una acción terrorista, con el ELN señalado directamente como el autor intelectual y material del crimen. Las primeras investigaciones y testimonios indican que los atacantes se movilizaban en una camioneta, lo que sugiere una planificación minuciosa y un alto grado de coordinación.
En respuesta al ataque, el Ejército Nacional ha implementado un protocolo de "plan candado", una estrategia de seguridad que implica la colaboración estrecha con la Policía Nacional para capturar a los responsables. Este plan incluye la vigilancia intensiva y el control de las vías de acceso en la región para evitar que los perpetradores escapen.
Adicionalmente, el Ejército ha establecido contacto con las familias de los soldados caídos, ofreciendo un equipo interdisciplinario de apoyo psicosocial para acompañar y asistir a los seres queridos en este difícil momento. La muerte de los soldados ha generado una ola de condolencias y ha reforzado el compromiso de las fuerzas armadas con la misión de proteger a la población civil.
Asimismo, en su declaración, el Ejército Nacional condenó enérgicamente el ataque, calificándolo como una violación grave de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Las autoridades militares han subrayado que tales actos de violencia no solo afectan a los miembros de las fuerzas armadas, sino que también representan un grave ataque a la seguridad y estabilidad de la región.
Como parte de su respuesta, el Ejército ha anunciado que interpondrá las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes y continuará con sus operaciones militares en Arauca. El objetivo es doble: capturar a los responsables del ataque y seguir garantizando la seguridad de la población civil en una región que ha sido escenario de múltiples enfrentamientos y ataques por parte de grupos armados ilegales.
¿Cuál es la situación de orden público en Arauca?
El departamento de Arauca ha sido un foco de conflicto durante años, en parte debido a su ubicación estratégica y a la presencia de grupos armados ilegales que buscan controlar la región y sus recursos. El ELN, en particular, ha sido acusado de llevar a cabo una serie de ataques que han puesto en riesgo la vida de los civiles y de las fuerzas de seguridad.
El aumento de la violencia en Arauca refleja la complejidad del conflicto colombiano y la dificultad de lograr una paz duradera en un país marcado por décadas de enfrentamientos.
