En un lamentable episodio que ha conmocionado al fútbol colombiano, la Alcaldía de Medellín ha decidido imponer severas sanciones al Atlético Nacional tras los actos de violencia que se produjeron durante el partido contra Junior de Barranquilla en el estadio Atanasio Girardot.
El alcalde Federico Gutiérrez anunció, en una rueda de prensa, que el famoso escenario deportivo no podrá recibir público en los próximos dos encuentros como local del equipo paisa.
La confrontación entre hinchas de Atlético Nacional y Junior se desencadenó en el minuto 53 del encuentro, donde se reportaron agresiones que incluyeron el uso de armas blancas. Este tipo de comportamiento no solo pone en riesgo la seguridad de los asistentes al estadio, sino que también mancha la imagen del deporte colombiano.
La decisión de la Alcaldía no se limitó a la prohibición de público en los dos próximos partidos, sino que se amplió a una serie de medidas más restrictivas. La tribuna norte, conocida por ser un punto caliente de animación, permanecerá cerrada al público durante el resto del semestre. Además, se ha establecido la prohibición de ingresar banderas y trapos a dicha sección, lo que busca reducir la posibilidad de que se repitan estos incidentes violentos.
El alcalde Gutiérrez también informó sobre el cierre de fronteras para las hinchadas visitantes, lo que significa que, por el resto del año y durante todo 2025, no se permitirá la entrada de aficionados de otros equipos al Atanasio Girardot. Esta medida busca garantizar la seguridad en los encuentros donde Atlético Nacional sea local, aunque muchos aficionados la consideran excesiva.
Además, se comprometió a identificar y judicializar a los hinchas involucrados en los disturbios. Esta acción no solo apunta a los responsables directos de la violencia, sino que también se pretende enviar un mensaje claro de cero tolerancia ante estos actos que empañan la pasión por el fútbol.
Desde la directiva de Atlético Nacional, la respuesta ha sido de rechazo a la violencia, pero también hay preocupación por el impacto que estas sanciones pueden tener en el rendimiento del equipo y en la economía del club, que depende en gran medida de la taquilla. La afición se encuentra dividida, algunos apoyan las medidas de seguridad, mientras que otros critican la falta de consideración hacia los hinchas pacíficos.
Por si fuera poco, se espera que la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) también tome cartas en el asunto y, tras una evaluación del caso, imponga sanciones adicionales. Esto podría incluir multas económicas y otras restricciones que afecten al club.
