En una reciente entrevista de KienyKe.com, Dora Muñoz, líder comunitaria y comunicadora del Cauca, expuso de manera contundente las dificultades que enfrentan tanto los periodistas como las comunidades de la región.
La situación en el Cauca, marcada por la presencia de múltiples grupos armados, ha convertido la labor periodística en un acto de valentía y sacrificio:
“En el Cauca están pasando muchas cosas complejas”, afirmó Muñoz, subrayando la grave crisis de seguridad que afecta a la región y la imposibilidad de ejercer el periodismo de manera libre y segura.
Durante la conversación, Muñoz detalló el peligro constante que enfrentan los comunicadores: “Hablar de ciertos temas se convierte en un riesgo muy alto”, reconoció, mientras describía cómo, a diario, los periodistas deben atravesar retenes de grupos armados que controlan el territorio.
Esta realidad no solo dificulta la labor informativa, sino que también expone a los comunicadores a amenazas y violencia; “Lo que nos pone en un riesgo alto”, agregó, reflejando la angustia de muchos que, a pesar de las circunstancias adversas, siguen comprometidos con la verdad y la justicia.
La líder comunitaria no dudó en señalar que la guerra está afectando de manera directa a las comunidades, en especial a mujeres y jóvenes.
“La situación en vez de mejorar parece que día a día empeora”, afirmó con preocupación. Este deterioro no solo se traduce en un clima de inseguridad, sino también en el reclutamiento forzado de menores por parte de grupos armados, un fenómeno que no solo desgarra a las familias, sino que también destruye el tejido social de la región.
Muñoz hizo un llamado claro a la necesidad de implementar “medidas realmente efectivas” que garanticen la seguridad en los territorios. En sus palabras, es fundamental que tanto el gobierno como las instituciones del Estado tomen acciones concretas para detener el ciclo de violencia que ha sido una constante en la historia del Cauca.
“Es necesario que paren ya las amenazas”, enfatizó, apelando a un cambio que permita construir “una vida en armonía”.
El compromiso de Muñoz con su comunidad y su pasión por el periodismo son evidentes. A pesar de las adversidades, ella y otros comunicadores siguen buscando formas de contar las historias de su pueblo, visibilizando las injusticias y luchando por un futuro mejor.
La urgencia de su mensaje resuena en cada rincón de la región, donde las voces de los ciudadanos siguen siendo silenciadas por el miedo y la represión.
Además, Muñoz también enfatizó la importancia de la colaboración entre las comunidades y el gobierno para crear un entorno donde se respete la vida y se fomente la paz. “Es necesario mirar las políticas del Gobierno”, dijo, sugiriendo que el diálogo y la inclusión son claves para resolver los conflictos que han marcado a esta región durante décadas, recalcando que solo a través de un enfoque centrado en las necesidades de la población se podrá avanzar hacia una solución duradera.
La voz de Dora Muñoz se convierte en un faro de esperanza en medio de la oscuridad que acecha al Cauca. “Creemos que es posible un cambio”, afirmó con convicción. Su llamado a la acción no solo es un grito de auxilio, sino también un recordatorio de la capacidad de la sociedad civil para impulsar el cambio. Mientras las tensiones continúan, la comunidad sigue esperando que las promesas de paz se traduzcan en acciones concretas que protejan su futuro y el de las generaciones venideras.
Marchas por la Paz en el Cauca
Miles de personas vistiendo camisetas blancas se tomaron las principales calles de la ciudad colombiana de Popayán para rechazar la violencia de los grupos armados en el convulso departamento del Cauca.
"Cuando se trata de defender al departamento la tarea es de todos, la región no es solo de las autoridades, acá las protagonistas son las comunidades y hoy queda demostrado, acá están de todos rincones de la región exigiendo vivir en paz", dijo a periodistas el gobernador del Cauca, Octavio Guzmán.
En el departamento del Cauca hay fuerte presencia de las disidencias de las FARC, también del Ejército de Liberación Nacional (ELN), y otros grupos armados como el Clan del Golfo y bandas que se dedican a la minería ilegal y al tráfico de personas, entre otros delitos.
Todos tratan de imponer su ley, para lo cual acuden a las armas para dominar a la población civil y atacar a las fuerzas de seguridad del Estado.
"Hoy queremos enviar un mensaje de paz a toda la comunidad de los 42 municipios del departamento", dijo William Campiño, diputado de la Asamblea del Cauca.
Del río humano formaron parte organizaciones indígenas, campesinas y sindicales y también religiosas, que unieron sus voces para pedir que cese la violencia que martiriza la región.
El recorrido por la paz se inició en el Parque de la Salud y culminó en el Parque Caldas, el principal de Popayán, en el que hubo numerosas presentaciones de grupos musicales, de danzas y de teatro.