Los animales que hacen parte del área protegida que estuvo cerrada durante el mes de febrero, pudieron desplazarse libremente por el territorio. Gracias a la tranquilidad y el silencio que se extendieron por la zona, los animales se dejaron ver por las cámaras trampa instaladas en el lugar.
Los aparatos instalados por el equipo de Investigación y Monitoreo del Parque Tayrona captaron especies como el tigrillo u ocelote, zorrillos o mofetas, monos capuchinos y aulladores, caimanes aguja y venados rojos, entre otros.
Durante las jornadas de restauración coralina y limpieza submarina, el equipo encargado de realizar las labores en el parque observaron especies como el hippocampus o caballito de mar y tortugas marinas.
La campaña Respira Tayrona tiene como objetivo dar un tiempo de respiro al ecosistema. Durante ese periodo se realizan recorridos de Prevención, Vigilancia y Control y jornada de limpieza en el área protegida.
Durante este periodo se logró extraer aproximadamente 62 kilogramos de diferentes tipos de residuos sólidos como plásticos, vidrio, espumas de colchoneta, restos de icopor, latas de cerveza y de alimentos. Eso en los sectores de Playa del Puerto y la Piscina Natural.
En Bahía Concha se desarrollaron labores de limpieza terrestre y marina con las que se logró la recolección de 113 sacos de residuos sólidos.
Además, es un espacio para que la comunidades indígenas que habitan en la Sierra Nevada de Santa Marta realicen diferentes trabajos tradicionales para la protección de la naturaleza.
En este primer periodo de Respira Tayrona (son tres en el año) en diferentes sectores del Parque Tayrona los pueblos indígenas realizaron sus pagamentos y trabajos tradicionales para la protección cultural y ambiental del territorio, aplicando la sabiduría ancestral de los mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Neguanje, Los Naranjos, Pueblito, Cabo San Juan del Guía, Arrecifes, Boca del Saco y parte alta de Santa Rosa, fueron los escenarios de esos trabajos espirituales que realizaron los indígenas.