Setecientos cuarenta gestores comunitarios de selva y 90 extensionistas rurales recibieron el pasado sábado en Florencia su graduación en aprovechamiento sostenible de los bosques, mejoramiento de prácticas productivas, comerciales y organizativas, un gran paso en la educación ambiental y en la lucha contra la deforestación.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, les entregó personalmente a los 740 líderes el título en Diplomado como Gestores Comunitarios de Selva, iniciativa que el Ministerio llevó a cabo a través de su programa REM-Visión Amazonía y la Universidad de la Amazonía.
El ministro expresó en el auditorio de la Universidad de la Amazonía que la Escuela de Selva parte de reconocer que es necesario integrar las acciones de conservación de los bosques a los pobladores de la selva, mediante una estrategia educativa que desarrolle capacidades de empoderamiento ambiental del territorio sobre bases sustentables y que lideren acciones que contribuyan a disminuir la deforestación, esto a través de actitudes y herramientas de valoración y respeto por el territorio amazónico.
Los líderes que participaron en la iniciativa recibieron capacitación sobre política ambiental en Colombia, formulación y gestión de proyectos, ordenamiento ambiental, ecosistemas estratégicos, manejo del bosque amazónico, entre otros.
De la misma forma, Correa celebró el hecho de que la Amazonía cuente con extensionistas rurales que guíen y capaciten a los campesinos y productores de esta región cuya conservación es prioridad para el Gobierno Nacional.
“Es una apuesta a la capacitación ambiental, a enseñarle a la comunidad que puede vivir del bosque sin tumbarlo. Trabajamos en equipo con las comunidades, sus tradiciones y valores son muy importantes para nosotros, pues su conocimiento nos ayuda a todos en el propósito de reducir en 51 % las emisiones de Gases de Efecto Invernadero al año 2030 y de alcanzar la carbononeutralidad al 2050. Este paso contribuye a que los productores aumenten de manera sostenible su bienestar y mejoren su calidad de vida. Ustedes son un ejemplo para Colombia y el mundo”, les dijo el ministro a los gestores y a los extensionistas.
Además de lo comentado por el ministro, la estrategia Escuela de Selva vinculó a líderes de organizaciones campesinas de los 13 municipios de la región con mayores tasas de deforestación del país: San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá y Solano (Caquetá); Puerto Guzmán y Puerto Leguízamo (Putumayo); San José del Guaviare, El Retorno y Calamar (Guaviare), y Puerto Rico, Macarena, Mapiripán, Uribe y Vista Hermosa (Meta).
José Yunis, coordinador del programa REM-Visión Amazonía, comentó: “Para reducir los niveles de deforestación y promover un nuevo modelo de desarrollo sostenible para la Amazonía, es fundamental poner en marcha programas de educación ambiental que generen reflexiones alrededor del valor que tienen los bosques para las poblaciones locales y para el país. Involucrar a las comunidades es fundamental porque son ellas las que garantizarán el estado de sus bosques para el futuro de sus hijos”.
El líder del Pilar de Desarrollo Agroambiental, Yezid Beltrán Barreiro, resaltó el trabajo que se hizo con los ministerios de Ambiente y Agricultura, el SENA, el Instituto Sinchi, Finagro, gremios, alcaldías, entre otros actores. Así fue como se establecieron 10 contenidos para la capacitación de los extensionistas rurales: asistencia técnica a sistemas productivos, seguridad alimentaria, planificación predial con enfoque ambiental, gestión de crédito, gestión de mercados, gestión de riesgos, aprovechamiento sostenible del bosque, indicadores de biodiversidad, metodología de la extensión rural y pedagogía de la extensión rural.
“Esto ha dado resultados importantes. En seguridad alimentaria, por ejemplo, frente al 22 % inicial, hoy el 82 % de los beneficiarios tienen sus huertas para consumo interno y, a veces, con excedentes para nutrición animal”, aseguró José Ignacio Muñoz, líder del Pilar Gobernanza Forestal de Visión Amazonía, programa que trabaja por la reducción de la deforestación en la Amazonía, que promueve un modelo de desarrollo forestal sostenible y que surgió gracias a la cooperación internacional de Noruega, Alemania y Reino Unido.