Esta semana finalmente terminó hundido el proyecto que pretendía prohibir las corridas de toros en Colombia, liderado por el representante liberal Juan Carlos Losada. En total, fueron 78 votos contra 75, terminando a favor de la proposición de eliminar la totalidad del articulado en cambio de presentar una nueva iniciativa en los próximos meses que reglamente las “prácticas tradicionales que se realizan con animales en el territorio nacional”. Un compromiso que queda por verse si se cumplirá.
Luego de lo sucedido en el Congreso, donde animalistas y toreros tuvieron choques importantes por el curso de este proyecto, Kienyke.com dialogó con el torero Gitanillo de América, que lleva 25 años en la movida taurina, ocho de los cuales ha dedicado a evitar que proyectos antitaurinos sigan adelante en el Congreso de la República. El del representante Losada no fue la excepción.
Precisamente, Gitanillo es parte de ese grupo al que, tras la derrota de su proyecto, el representante Losada acusó de haber hecho un lobby importante para convencer a numerosos congresistas de que la iniciativa era inconveniente. De hecho, lo calificó como un “lobby sin precedentes de los taurinos”, asegurando que “llevan semanas recorriendo curul por curul” (una actividad frecuente en la mayoría de proyectos).
Gitanillo de América no lo niega. De hecho, aseguró a Kienyke.com que el representante tiene “toda la razón”: “Claro que sí, yo soy el que ha abordado a cada parlamentario y le he dicho la realidad y la verdad. Él los abordaba con mentiras, con cosas que no son ciertas y yo les decía a ellos la verdad, les daba a conocer mi historia taurina, estaba dando a conocer ese libro abierto que tiene un torero”.
Según la opinión de Gitanillo, uno de los errores del representante Juan Carlos Losada fue enfocarse en señalar que “el toreo era solamente de burgueses”, cuando de la llamada “fiesta brava” se desprenden un número importante de empleos. Según sus cuentas la cultura taurina produce unos 60 mil puestos en Bogotá, 25 mil en Cali y más de 60 mil en Manizales, de manera directa o indirecta.
Sumado a ello, respondió a la aseveración de Losada de que la caída del proyecto antitaurino fue un aval del Congreso para el maltrato animal, señalando que “no hay ningún maltrato” en cuanto el toro de lidia “está preparado para ir a la plaza, para nada más, y se cuida durante cuatro o cinco años como el bebé más consentido del mundo”. Además, acusó al representante de nunca haber querido ir a las fincas de crianza de estos animales para que viera cómo fue
“Si hubiera ido al campo, toma imágenes y podemos llegar a trabajar con él y hacer una negociación. Él nunca lo quiso. Otros congresistas sí fueron y fueron los que votaron a favor de nosotros. Ese fue el lobby, invitarlos a una ganadería, invitarlos a otra ganadería y ellos se dieron cuenta”, señaló Gitanillo de América.
La defensa de las corridas de toros
El reconocido torero asegura que las corridas de toros están protegidas por la Corte Constitucional y aunque reconoce que los tiempos han cambiado y que deben haber transformaciones en su cultura, se niega a que dichos cambios se den de forma tajante sin ningún tipo de negociación. De hecho, esa es la razón de que acuse a Juan Carlos Losada de haber iniciado una “persecución política” en contra de los toreros.
“El no quería atacar a los galleros, ni a los de las corralejas, ni a los caballistas. Era enfocado en el tema taurino y nosotros le decíamos que porque no hacíamos mesas de trabajo y de concertación y que entraran todas las tradiciones culturales de Colombia”, señaló Gitanillo a Kienyke.com.
En defensa de su actividad, Gitanillo señala que “es una tradición artística y cultural de Colombia, una herencia y se puede perder”, opinando que “la fiesta brava se va a acabar cuando la gente deje de ir a las plazas”. Por otro lado, sobre el tema de las acusaciones de maltrato, asegura que nadie va a los toros “a divertirse por ver maltratar el animal”.
“Van con la idea de que va a haber un esplendor y una belleza del arte. Eso hay que sentirlo. Por eso el que va a toros tiene un concepto diferente de lo que es maltrato”, asegura Gitanillo, aseverando que su gremio está dispuesto a realizar cambios con la única condición de que se de vía concertación.
Sin embargo, reitera que la movida taurina representa para el Estado una importante fuente de ingresos: “En Bogotá nada más, nosotros por temporada le damos al distrito más de 2.400.000.000 de pesos de impuestos (...) En Manizales, de lo que se gana la temporada taurina, se mantiene el Hospital de Manizales, el hospital infantil”.
Por esa razón, asegura que no pueden desaparecer así como así. Que aunque respeta a los que no gustan de los toros, van a seguir en el Congreso de la República evitando lo que consideran arbitrariedades en contra de su estilo de vida.