Preocupación entre los fanáticos del fútbol en Colombia. En medio de la difícil situación de orden público que vive el país en el marco del Paro Nacional, el deporte (que en muchas ocasiones resulta una puerta de escape), se convirtió en un camino de altibajos y frustraciones debido a la actuación de Atlético Nacional, América de Cali, Junior de Barranquilla e Independiente Santa Fe en Copa Libertadores.
Esta edición del certamen internacional inició con bastante ilusión ya que después de varios años, los equipos colombianos lograron acceder a los cuatro cupos posibles de fase de grupos. En principio, el camino le sonrió a Atlético Nacional, Junior con algunos altibajos pero con una buena nómina prometía una buena actuación, mientras que América e Independiente Santa Fe tuvieron tropiezos desde el inicio.
La pesadilla de la fase de grupos de la Copa Libertadores para los equipos colombianos terminó con los cuatro clubes eliminados. Junior y América quedaron terceros, mientras que Santa Fe y Atlético Nacional quedaron últimos en sus zonas, mostrando un fútbol bastante discreto.
A lo largo del continente se habló de la estrepitosa caída del fútbol colombiano esta temporada. Además del rendimiento de las escuadras, un hecho que llamó la atención de muchos es la mentalidad del futbolista nacional, que en repetidas ocasiones, dependiendo de sí mismos para lograr la clasificación, parecían hacer todo lo posible para quedar eliminados. Es el caso de Atlético Nacional contra Nacional de Uruguay, que en los dos partidos jugó con superioridad numérica y no pasó del empate; también se suma la derrota con Argentinos Juniors en el último minuto.
A esto se suma el empate de Junior como local ante River Plate en el último suspiro del partido y la dolorosa derrota de Independiente Santa Fe ante la misma escuadra, que además jugó con un mediocampista como arquero y no tuvo la posibilidad de hacer cambios debido a la cantidad de jugadores contagiados con Covid-19. Ni hablar del América y sus dos derrotas ante Cerro Porteño con distracciones y errores importantes.
La preocupación entre un sector de la prensa y la hinchada es evidente. Algunos hablan de una crisis institucional en el fútbol colombiano y piden una reestructuración urgente, otros mencionan un tema económico donde los clubes están pensando más en vender que en alcanzar objetivos deportivos y otros apuntan a la mentalidad del deportista colombiano que se nubla en momentos decisivos. Incluso algunos como el periodista Carlos Antonio Vélez hablan de una responsabilidad por la situación de orden público que vive el país.
Con este nuevo fracaso internacional, ya son tres ediciones consecutivas de Copa Libertadores en la que los equipos colombianos no pueden pasar de fase de grupos, dato que resulta preocupante desde lo estadístico y sobre todo, desde el rendimiento.
En redes sociales abundan las propuestas para intentar recuperar el rumbo internacional desde la próxima temporada. Proyectos deportivos serios, modificar el sistema de campeonato, premiar el tiempo efectivo de juego, apoyo psicológico general, e incluso muchos se aventuran a proponer una repartición de derechos de televisión de acuerdo a los logros deportivos de los equipos. Amanecerá y veremos.