Las controversias por la dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), entidad encargada de investigar, proteger y divulgar las violaciones ocurridas durante el conflicto armado colombiano, no cesan.
Varios aspirantes han sido rechazos por las víctimas y diferentes sectores de la oposición por su idoneidad y dudosa autonomía.
Es la tercera ocasión que el Gobierno Nacional postula un candidato; el primero rechazado y que remplazaría a Gonzalo Sánchez, fue el periodista Mario Pacheco, quien se le acusó de homófobia y negacionismo al arremeter durante el proceso de paz contra la exguerrilla de las Farc.
El segundo aspirante al cargo fue el internacionalista Vicente Torrijos, quien por acreditar un doctorado que no había obtenido y vincularse con posiciones a favor de la fuerza pública, declinó la oferta del presidente de la República.
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Ahora la polémica gira entorno al nombramiento de Rubén Darío Acevedo Carmona, doctor en Historia de la Universidad de Huelva, España y magister en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, quien declaró al periódico el Colombiano que, "aunque la Ley de Víctimas dice que lo vivido fue un conflicto armado, eso no puede convertirse en una verdad oficial".
Dicha respuesta le costó a Carmona, fiel defensor de la Seguridad Democrática y crítico del proceso de paz, una lluvia de comentarios que pusieron en velo su dirección del CNMH, que hasta el momento se ha dedicado a guiar la construcción de paz y reconciliación desde los diferentes actores.
Para Enrique Serrano, profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, "la interpretación del conflicto armado es muy personal" y se inmiscuye "en una categoría cuya naturaleza puede ser objeto de polémica", porque "la memoria histórica no es propiedad de una tendencia ideológica", expresa el consultado por KienyKe.com.
En contraste, el politólogo Ariel Ávila asemejó que el nombramiento de Darío Carmona se da porque "el gobierno esta empeñado es en sacrificar la verdad del conflicto y lo que ha intentado es desvirtuar una de las instituciones que más ha hecho por el reconocimiento de lo que fue la guerra en Colombia". Si bien, "lo que Darío esta intentado hacer es quitarle ese carácter de mausoleo, de víctimas reducido exclusivamente al conflicto", defiende Serrano. Al mismo tiempo que plantea múltiples variables en las que trabajaría Carmona, como: "revitalizar y revalorizar el concepto de memoria histórica, de manera que fuese una construcción colectiva más allá de los aspectos dramáticos". La interpretación de la violencia que hizo Darío Carmona y que ha sido motivo de preocupación, demuestra el ambiente polarizado del país. Para Ávila, "no es por la polarización, es por lo que significa el Centro de Memoria en la reconstrucción de la verdad. El gobierno quiere ocupar la verdad. Si nombrará gente decente, no habría polémica", declara a este medio.Ojalá #daríoacevedo sea el director de Memoria Historica. Representa la visión de la mayoría de los colombianos; los violentos no tiene justificación La política jamás justifica la violencia. @darioacevedoc
— Paloma Valencia L (@PalomaValenciaL) 5 de febrero de 2019
"El CNMH debería tener muchas variables. Ese carácter que hasta ahora ha tenido se va desdibujando, matizando, porque Colombia no es solo un país de conflicto", concluye el internacionalista de la Universidad del Rosario. KienyKe.com contactó sin éxito a Darío Acevedo Carmona, quien mediante sus redes sociales a expresado la tergiversación que vive y recuerda que "en ningún caso las instituciones del Estado podrán impulsar o promover ejercicios orientados a la construcción de una historia o verdad oficial", haciendo mención al artículo 143 Ley de Víctimas.La condición intelectual mínima para que alguien dirija el Centro Nacional de Memoria Histórica es que reconozca la existencia del conflicto armado, de todas sus víctimas y de sus actores políticos. Darío Acevedo, activista ideológico del uribismo, no cumple esa condición básica.
— Iván Cepeda Castro (@IvanCepedaCast) 6 de febrero de 2019